El auge del coche eléctrico y la búsqueda desesperada del litio necesario para sus baterías han embarcado al norte luso, que alberga las mayores reservas de este recurso en todo el continente, a la fiebre por el llamado oro blanco, como se conoce popularmente a este mineral. Sin embargo, las últimas prospecciones realizadas en el norte del país reflejan que su subsuelo alberga espacio para más tesoros. Entre ellos, zinc, wolframio y el más preciado de los metales, el oro. La firma local Lusorecursos acaba de presentar una solicitud ante la Dirección General de Energía y Geología (DGEG) para obtener la licencia para explotar una mina de oro que comparten los municipios de Vila Verde, Ponte da Barca e Ponte de Lima, todos ellos en el distrito de Braga.

La iniciativa supone dar un paso más respecto a la situación actual. A finales de 2012 la compañía se hizo con una licencia para llevar a cabo prospecciones preliminares de oro, plata, zinc y wolframio para investigar la presencia de estos minerales en el área de 41 kilómetros cuadrados para el que ahora solicita la concesión. Lusorecursos traslada su petición después de que las labores de investigación arrojasen unos resultados satisfactorios y que aseguran la rentabilidad de sus operaciones para la extracción de oro.

El "clúster de los metales"

El nuevo paso dado por Lusorecursos afianza al norte de Portugal como uno de los puntos calientes del Viejo Continente en la captación de inversores para el sector. La propia empresa va más allá y detalla que "con la solicitud de la licencia de exploración de oro, Lusorecursos asume también el desafío de desarrollar, junto a las autoridades competentes, un trabajo para construir un auténtico clúster de los metales en Portugal".

Además, a través de un comunicado, Lusorecursos hace gala de su patriotismo y defiende que los planes de expansión que quedan reflejados en esta operación son la mejor manera de defender los intereses de Portugal. "Lusorecursos procura preservar el interés público, los recursos naturales del país y contribuir para que las políticas públicas conduzcan a que el valor añadido de ese recurso se quede en Portugal y no sea capturado por empresas que, en muchas ocasiones, sustituyen el interés nacional por el interés especulativo".

Se trata de una referencia velada a la disputa que mantiene con la australiana Novo Litio por los yacimientos de litio en Sepeda. Ambas compañías mantienen un conflicto abierto desde que el pasado mes de julio Novo Litio llevase a los tribunales a Lusorecursos por, presuntamente, no haberle transferido su licencia de exploración en este área pese a haberlo acordado previamente en un contrato vinculante. En él se especificaba que el pago inicial de unos 30.000 euros se complementaría con sucesivos desembolsos que podrían llegar hasta el millón de euros en función de la calidad del mineral extraído.

A la espera de que se desbloquee la situación, Novo Litio anunció este lunes mediante un hecho relevante al regulador de la Bolsa australiana que "buscará desarrollar otros proyectos". Y es que además de los terrenos de Sepeda, ubicados a escasos 20 kilómetros de la provincia de Ourense, la compañía adquirió en septiembre la licencia para llevar a cabo exploraciones en un terreno de 354 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en el principal jugador del sector en el norte del país.

La compañía resalta que en los próximos meses pondrá la luz sobre nuevos emplazamientos lusos en los que llevar a cabo nuevas exploraciones de litio. En este sentido, la necesidad de acumular volúmenes de litio cobran especial relevancia para los ambiciosos planes que la compañía se marca en territorio portugués. El propio CEO de Novo Litio, David Frances, desveló a principios de año que el grupo planeaba una inversión de 370 millones de euros para levantar una fábrica de carbonato de litio para baterías, en una macrooperación que quedaba supeditada a la obtención de "grandes cantidades del recurso".

Más allá de Portugal, la empresa también anunció que comenzará sus operaciones de perforación en suelo sueco (el proyecto Spodumenberget) a partir del proximo trimestre.