La falta de mano de obra especializada es un problema de competitividad que se agravó a raíz de la crisis con el éxodo de miles de profesionales, que migraron a otros países o encontraron cobijo en los servicios. Soldadores, jefes de equipo, matriceros, responsables de logística, delineantes... En la industria este déficit es un clamor, y la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) aprovechó ayer la gala de su 40 aniversario para reclamar "mejoras" en la formación para atajarlo. "Nos lo dicen las empresas, es algo fundamental" para adaptarse a la industria 4.0, exhortó su presidente, Julio Gómez. Esta reivindicación encontró respuesta en el máximo mandatario autonómico, Alberto Núñez Feijóo, quien también abogó por "hacer hincapié" en la necesidad de disponer de personal "con nuevas aptitudes". En el acto, al que acudieron cerca de 400 personas, se entregaron distinciones de honor al astillero Francisco Cardama, a Troqueles y Moldes de Galicia (Tromosa) y los empresarios Andrés Quintá y Francisco León.

La cita se convirtió en un panegírico a la industria, un "sector fuerte e imprescindible" que ha alcanzado, según Gómez, el 21% del Producto Interior Bruto (PIB) gallego. "Es la base del valor añadido; la Revolución Industrial marcó el devenir del progreso del mundo", enfatizó el alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien puntualizó además que es "ahora" cuando "se empieza a valorar la importancia de la industria". De hecho la recuperación de este sector es la que ha tirado de la economía de Galicia, un "cambio de paradigma con la industria como termómetro" -apreció Feijóo- que se ha dejado sentir en la automoción, el naval, la metalmecánica o la aeronáutica. "Estamos en un buen momento", dijo, y recordó el anuncio de volúmenes de producción de Balaídos (más de 500.000 coches en 2019) que el número dos de PSA, Maxime Picat, hizo en las jornadas FARO Impulsa; también las cifras históricas de contratación en el naval con la mención a la noticia publicada por FARO este lunes, o las oportunidades para la industria aeronáutica con el megapedido de Airbus.

Frente a numerosas autoridades (asistió el conselleiro de Economía, Francisco Conde; la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato; la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva; o la delegada de Zona Franca, Teresa Pedrosa), el presidente de Asime definió a la organización como la "espina dorsal" del sector, "con criterio propio y autónoma".El regidor vigués destacó la adaptación de la patronal metalúrgica a un escenario de globalización y enorme competencia, al igual que Silva. "Asime está hoy en su mejor momento", zanjó Feijóo.

Galardones

El empresario más veterano, Andrés Quintá, recordó su origen humilde - "nunca fue un impedimento" - para resumir casi 60 años de trayectoria profesional que culminaron con la eclosión de Extrugasa. Al igual que Julio Gómez destacó la necesidad de "formal personal técnico muy demandado y que sea práctico" para poder competir. Mario Cardama recogió el galardón -diseño de Ramón Conde- en nombre del astillero de ascendencia familiar, que el año pasado sopló cien velas "gracias a los clientes, proveedores y trabajadores pasados y presentes". Cardama utilizó el púlpito, para "poner en valor" al sector naval y reiterar el compromiso de la compañía "con Vigo, Galicia y España".

Ramón Rodríguez Batalla acudió en nombre de Tromosa, fundada en 1980 "sin experiencia empresarial o cartera de clientes", que "nunca ha repartido beneficios" para reinvertirlos y adaptarse a las nuevas demandas. Ahora la compañía santiaguesa trabaja también con plásticos - "puedo decir con orgullo que hemos desbancado la caja de madera para el pescado" - y aviones (es proveedora de Airbus). El último discurso -quizás el más emotivo para el personal de Asime- fue el de Francisco León, tesorero de la asociación y miembro de su junta directiva desde hace 28 años. "Debemos poner a Galcia por delante frente al minifundio intelectual", culminó.