A Jorge Cebreiros, que lleva casi tres años al frente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), le ha tocado ser el anfitrión de la fiesta de los 40 de la patronal, coetánea de la CEOE o de Asime. Confiesa una envidia (sana) de la unión política y económica en Portugal y el arco mediterráneo para elevar sus reivindicaciones a las administraciones.
- La de Pontevedra cumple 40 años. ¿Han sabido envejecer bien las patronales, y la CEP en particular?
- Después de los primeros 25 años, cuando las confederaciones aprovecharon el viento en las velas, nos pilló una crisis brutal y no supimos estar a la altura del ritmo del cambio. Esto llevó a muchas organizaciones empresariales y sindicales a ir cayendo; las que lo han superado, y Pontevedra ha hecho sus deberes, han salido doloridas. Pero solo tenemos una oportunidad si cambiamos nuestro modelo, que tiene que ir hacia la prestación de servicios.
- El escenario es radicalmente distinto, con más pymes, micropymes y autónomos. Pero la patronal parece más enfocada a grandes empresas.
- Hemos estado despistados creyendo que las confederaciones de empresarios tendrían que prestar servicios de valor a grandes empresas, que ya tienen su propia estructura. Nuestro target son las empresas con menos de 10 trabajadores, que son el 98% del total. Primero, porque son 72.000 en Pontevedra; segundo, porque lo necesitan. Ahora puede haber convenios de empresa. ¿Cómo lo hace un empresario con 15 trabajadores si nunca lo ha hecho? Y debemos ser interlocutores con las administraciones, que es un papel clave.
- Un caballo de batalla.
- Tenemos un grave problema con la administración, sí, con los tiempos, y en algunos casos con su sensibilidad. Toda la normativa debe estar adecuada a empresarios de diferentes tamaños y sectores. No puede ser que, si cometes alguna infracción en protección de datos, tengas una sanción de 60.000 euros te llames Telefónica o tengas cinco trabajadores. En un caso igual es una risa; en otro, cierras la empresa.
- ¿Qué le dicen los empresarios?
- Que la realidad cambia rápidamente, pero sigue habiendo parsimonia administrativa y legislativa. Ahora nos dicen que una licencia pasa de dos años a tres meses y que es un éxito sin precedentes? Ya, pero en Francia y Portugal te la dan en 24 horas. Está muy bien la Ley de Implantación, pero es un primer paso.
- Y ahí la amenaza portuguesa.
- Portugal se ha dado cuenta perfectamente de lo que tenía que hacer, supieron que la única forma que tenían para salir de la troika era que sus empresas crecieran y lograr inversiones en su territorio. A mí me gustaría eso.
- ¿Para que lo haga...?
- No sé quién tiene que hacerlo, pero que se haga, que se entiendan las administraciones. Nuestros políticos tienen que ser conscientes de que esto no son cuatro años de mandato, de que lo que hagan hoy tiene que ser para los próximos veinte. Tenemos graves problemas estructurales, una crisis demográfica brutal que no se resuelve solo fomentando nacimiento de niños. Si seguimos siendo no atractivos nuestros jóvenes no se van a quedar aquí. ¿Qué ofrecemos a los que están en Quebec, Berlín, Londres?? Los políticos deberían pensar qué queremos para Galicia dentro de diez años. Y claro, me entra una muy sana envidia por el Corredor del Mediterráneo.
- Es que en ese caso va un pelotón de grandes empresarios con Juan Roig a la cabeza, y aquí no.
- Entonces uno se para a pensar, ¿quién lidera eso? ¿Las administraciones o los empresarios? Y ves grandes titulares de un ministro anunciando grandes inversiones. ¿Y nuestro AVE? ¿25 años y no ha llegado a Ourense todavía?
- ¿Entonces qué pasa en Galicia? ¿Por qué no hay esa movilización de los empresarios?.
- Falta el protagonismo de los grandes empresarios de Galicia que quieran estar en la primera fila como hemos visto que hacen otros en otras comunidades. Nosotros lo hemos reclamado, tienen que dar un paso al frente ante las administraciones, porque en Galicia sí tenemos esa clase de empresarios. Desde las confederaciones no hemos sabido transmitirles que sí estamos peleando por eso.
"La CEG tendrá futuro cuando deje de mirarse el ombligo y las personas pierdan el ego"
- - ¿Qué hace falta para que la CEG hable por ejemplo del AVE y no de sus estatutos? ¿Cuándo habrá paz en la CEG? - Cuando deje de mirarse el ombligo. A nadie de la CEP nos ha sido fácil el aterrizaje, nos hemos encontrado con una situación económica interna complicada, e incluso nos ha llevado a los juzgados... Pero es lo que te toca cuando das el paso. Tienes dos opciones: mirarte el ombligo, y ahuyentas a los empresarios; o sales a los medios diciendo los problemas que tienen los empresarios. ¿Qué más dan los estatutos? Nosotros vamos a modificar los estatutos y no se ha enterado nadie. - ¿Ve posible un cambio con la gente que hay ahora en la CEG? - Si las personas pierden el ego, sí; si no tienen ninguna gana de entrar en el juego de tronos, sí. - Es uno de los investigados por el caso Gradiant. ¿Está preocupado? - De ninguna manera preocupado, deseo que esto acabe cuanto antes, y que quede absolutamente demostrado que las cosas se han hecho correctamente. Confio absolutamente en los profesionales de Gradiant y de mi empresa, y la acción de la justicia aclarará todo de manera definitiva. Las acusaciones que se vierten no son sostenibles, ya que todos los proyectos se han hecho de manera rigurosa y totalmente auditada por varios organismos y auditoras externas.
