En el punto más álgido de la crisis, cuando la tasa de paro se instalaba por encima del 20%, los hogares encontraron en el abaratamiento de la cesta de la compra su mejor aliado. En los últimos tres años los precios sufrieron caídas de hasta el 0,5% en España, que se acentuaron todavía más en comunidades como Galicia. Esta tendencia está en camino de revertirse este mismo año por los dos frentes. La inflación vuelve a hacer acto de presencia en España, con la comunidad gallega en las posiciones de cabeza por el mayor repunte de la electricidad y gas y por la escalada en el precio de los alimentos frescos. Estos factores están provocando que la cesta de la compra de la comunidad sea la segunda que más se encarece en el país. Tras repuntar un 1,8% desde agosto del año pasado -dos décimas más que la media estatal-, mantiene su escalada media en lo que va de año en el 2,4%, mientras que en el resto de España lo hace un 2,2%. Tan solo en Castilla y León repunta más: un 2,46%.

A este cambio de tendencia han contribuido el alza de los precios de productos más volátiles, como es el caso de la energía o de los productos frescos, que crecen con más intensidad que en el resto de España. A la escalada del 8,9% del precio del gas y electricidad, como consecuencia de las escasas precipitaciones que han obligado a compensar la menor producción hidroeléctrica con la importación de petróleo, gas y carbón, se une la escalada de los precios de los alimentos frescos. A diferencia de lo que ocurre en resto de comunidades, en donde permanecen casi sin cambios salvo en hortalizas y aceite, en Galicia la subida es prácticamente generalizada entre todos los productos, con la excepción de la leche, que continúa a la baja.

El recurso que más se encarece en el año respecto a 2016 es la patata, que, pese a registrar fuertes caídas en los dos últimos meses, aún arrastra las cicatrices de la invasión de la polilla guatemalteca con una subida media en el año del 5,2%. A poca distancia le siguen los crustáceos y moluscos, un 5% más caros que el año anterior y las legumbres hortalizas, con alzas similares.

También por encima de la media repuntan la carne de porcino y el pescado, cuyos precios escalan un 3,9% y un 3,6%, respectivamente. La magnitud de este avance queda aún más patente al comprobar que casi duplica a la que se protagoniza en el resto de España, donde el avance es del 1,8% y del 2,4%. Entre la proteína animal también la carne de vacuno se encarece en la comunidad -un 1,5%, mientras se estanca en España-, mientras que uno de los alimentos indispensables en las cocinas, como es el caso del aceite, que reacciona a la caída de las cosechas prolongando sus ascensos en la comunidad.

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