El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, manifestó ayer que el Ejecutivo gallego estará "vigilante" respecto a los puestos de trabajo del Pastor Grupo Banco Popular, tras la compra de esta entidad por parte del Santander. A la Xunta también le "preocupa" el futuro de la Fundación Barrié, que desarrolla "una actividad muy importante".

"Veremos a partir de ahora cómo evoluciona", añadió Rueda, en nombre del Ejecutivo autonómico, y después de remarcar que la Xunta "no tiene competencia" en esta operación de compraventa.

El portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, calificó de "una mala noticia para Galicia" la venta y auguró "un gran aumento de la concentración bancaria y una reducción de la competencia", lo que puede "generar riesgos para los consumidores". La portavoz del BNG, Ana Pontón, aludió al "último suspiro de la banca financiera gallega". Se "acrecienta" la "debilidad" de Galicia, mientras la Xunta "no hace nada", lamentó.