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Tavares avala la fábrica de PSA-Madrid pero urge un mayor esfuerzo de costes

Empresa y sindicatos negocian un plan de competitividad para recibir un nuevo modelo y plataforma - El ejecutivo luso se reúne con el Gobierno

Carlos Tavares, de PSA. // Efe

El futuro de Villaverde, como el de cualquier otra planta del Grupo PSA, dependerá de si es capaz de cumplir en costes, calidad y eficiencia con los requerimientos de la multinacional automovilística francesa. El patrón de PSA, Carlos Tavares, visitó ayer las instalaciones de Madrid y mantuvo varias reuniones con los cuadros directivos del centro y con el comité de empresa, ante los que mostró el compromiso del consorcio con la planta siempre que ésta alcance dichos objetivos. Tavares, que el martes estuvo en la fábrica de Opel en Figueruelas, también se ha reunido con representantes de las administraciones, según ha podido saber FARO.

La visita de Tavares a Villaverde se produce apenas unos días después de que la dirección del centro abriese la negociación de un plan de competitividad para que Villaverde se adjudique un nuevo modelo para 2021 que permitiría la instalación de la nueva plataforma CMP del Grupo y una inversión pareja de 144 millones de euros, pero que exige a cambio un esfuerzo en materia de costes y de mano de obra, como avanzó este periódico. Grosso modo, para conseguir este nuevo proyecto, PSA-Madrid tendrá que trabajar a un solo turno de producción al menos hasta 2020 (ya que las previsiones de ventas del modelo actual, el C4 Cactus, y de su restyling, no son suficientes para mantener los dos turnos de trabajo), proponiendo la salida voluntaria de hasta 432 empleados.

En esa negociación -que continúa hoy-, la dirección de la planta madrileña ha propuesto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 100 días para 2018, 2019 y 2020, que irá acompañado de otro de 60 jornadas para lo que resta de 2017 (50 días individuales y 10 colectivos), a los que hay que sumar el plan de bajas voluntarias de 432 operarios -una fórmula muy similar a la ejecutada en Balaídos con el plan de flexibilidad laboral aprobado para recibir el futuro todocamino V20-, lo que supone dar salida a un tercio de la plantilla.

Transformación

Fuentes sindicales de Villaverde declinaron ayer comentar el contenido de la reunión con Tavares hasta informar a la plantilla este jueves, pero Tavares habría manifestado su apoyo a la planta por la rápida transformación que ha sufrido en los últimos dos años, coincidiendo con su integración en el polo industrial ibérico que pilota PSA-Vigo (es la fábrica europea del grupo que más ha ajustado sus costes en ese periodo, según ha podido saber FARO). No obstante, el patrón de PSA insistió en que PSA-Villaverde tiene que cumplir con los objetivos para recibir inversiones y nuevos modelos. En su visita a España, Tavares también ha mantenido encuentros con responsables de las administraciones públicas, con los que abordó la inminente compra de Opel y sus posibles repercusiones y el futuro de PSA-Madrid.

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