Intel apuesta por el coche autónomo. El gigante de los chips ha acordado la compra de la compañía israelí Mobileye por entre 15.300 millones de dólares (unos 14.300 millones de euros). Mobileye es una compañía especializada en el desarrollo de soluciones de hardware y software para vehículos autónomos aplicando sistemas de visión artificial, una compra con la que Intel se vuelca por completo en el mercado de la automoción. De esta forma, la firma norteamericana refuerza su posición en este sector para competir con Qualcomm y Nvidia. Mobileye es también la principal competidora de la firma viguesa Xesol Innovation, que ha desarrollado su propio asistente de ayuda a la conducción basado en la visión artificial.

"Esta adquisición supone un gran paso adelante para nuestros accionistas, la industria automotriz y los consumidores", afirmó el consejero delegado de Intel, Brian Krzanich. El máximo ejecutivo de la firma californiana destacó una vez que se complete la compra les permitirá acelerar el futuro de la conducción autónoma con un precio más bajo para los fabricantes. Las dos empresas confirmaron en un comunicado conjunto que esperan cerrar la operación en los próximos nueve meses una vez que reciba el visto bueno del regulador.

La firma israelí aseguró en febrero que está planeando junto al fabricante alemán Volkswagen poner en marcha un nuevo estándar de navegación para la conducción autónoma a partir de 2018. Después de anunciarse el acuerdo, las acciones de Intel, uno de los treinta valores del índice Dow Jones, bajaban un 1,90% en la Bolsa de Nueva York, donde se han depreciado un 2,87 % desde enero. Por su parte, los títulos de Mobileye se disparaban casi un 30% en ese mismo mercado, donde se han apreciado más de un 60 % desde que comenzó el año.

Xesol Innovation, una startup viguesa de apenas cuatro años de vida, es uno de los principales rivales de la israelí Mobileye, como avanzó FARO. La compañía lanzó el pasado diciembre al mercado su propio sistema avanzado de asistencia a la conducción (ADAS, en sus siglas en inglés), basado en tecnologías de visión artificial y capaz de detectar peatones, bicicletas y todo tipo de obstáculos en la carretera, alertar de un cambio de carril y reconocer las señales de tráfico, entre otros servicios.

El sistema ADAS de Xesol, que planea su salto a la bolsa de Londres para finales de año, se diferencia del resto en que utiliza cámaras de visión artificial (tres por vehículo, dos en el retrovisor interior y otra en la luna trasera) para monitorizar el entorno del coche (frente a otros productos basados en radares o infrarrojos) y un sistema deep learning, de aprendizaje. El programa avisa al conductor a través de elementos sonoros y visuales en una pantalla de situaciones de riesgo como la existencia de un peatón o un ciclista en medio de carretera o un cambio involuntario de carril. Este dispositivo se puede instalar en cualquier coche fabricado a partir del año 2000 o introducirse directamente en el proceso de fabricación (en este caso, si lo permite el fabricante, el vehículo podría frenar de forma autónoma o incluso modificar su trayectoria en diferentes situaciones de peligro).