Patronales y sindicatos del metal de la provincia de Pontevedra iniciaron ayer la negociación del nuevo convenio sectorial, que representa a más de 30.000 trabajadores y unas 1.500 empresas de los diferentes subsectores metalúrgicos. Ambas partes presentaron sus respectivas plataformas y coincidieron en la necesidad de llevar a cabo un proceso negociador ágil y sin conflictos. Los empresarios, como en la anterior negociación, volvieron a reclamar libertad de uso de las empresas de trabajo temporal (ETT) para contratar, punto que las centrales sindicales ya rechazaron otros años.

Además de libertad de contratación a través de las ETT, las patronales también quieren que las indemnizaciones de los contratos eventuales prorrateadas se paguen al final del servicio, así como realizar algunos recortes en formación, licencias y complemento de incapacidad temporal. Por ahora, la parte empresarial no ha trasladado una propuesta de subida salarial, según fuentes sindicales.

Las organizaciones sindicales, por su parte, presentaron plataformas independientes (CC OO, CIG y UGT), que coinciden en la necesidad de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, reducciones de jornada, etc. También plantean que se aplique el convenio del metal a todas aquellas empresas que desarrollen su actividad en el ámbito del metal, evitando la proliferación de empresas multiservicios que aplican convenios estatales y que, según las centrales, no son otra cosa que "precarizadoras" de las condiciones laborales.

En cuanto a revisión salarial, la plataforma de CC OO, por ejemplo, pide una subida del IPC de 2016 más un 2,5% para un convenio con una vigencia de un único año.

La constitución de la mesa negociadora se realizó el pasado 2 de febrero y la próxima reunión está prevista para el 7 de marzo.

Anterior convenio

El último texto aprobado, con una vigencia de dos años, garantizaba un incremento salarial del 1,75% e introducía por primera vez artículos para asegurar la competitividad de las firmas y luchar contra la competencia desleal, así como mejoras sociales para el conjunto de los empleados afectados. Un aspecto clave para la firma del último convenio fue el abandono por parte de la parte empresarial de su intención de modificar el complemento de eventualidad (pedían bajarlo de 20 días de indemnización por año trabajado a 12 y abonarlo al final del contrato y no prorrateado mes a mes, como en esta negociación).

Se incluyó además la enfermedad profesional en el seguro del convenio y se acordó la acumulación de los permisos de lactancia.