La empresa textil Adolfo Domínguez ha mejorado algunas de sus ratios económicas durante el tercer trimestre de su año fiscal (septiembre-noviembre), aunque continúa en números rojos de 12,3 millones de euros acumulados. La ourensana cerró este periodo con un volumen de ventas de 21,9 millones de euros, un 6,1% más que en el tercer trimestre de 2015. La reducción de costes por consumos o personal, del 3% de media, redundó en un descenso del 1,8% de gastos operativos. Tanto el resultado operativo (Ebitda) como el resultado de explotación (Ebit) han dejado atrás los números rojos, según las cuentas remitidas por la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Solo con los datos entre septiembre y noviembre Adolfo Domínguez evidencia un ligero cambio de rumbo. El Ebitda fue positivo en algo más de un millón de euros, frente a los -3,69 millones de hace un año. El Ebit, por su parte, fue de 283.000 euros, lejos de los cinco millones negativos de 2015. Gracias a estos valores el resultado neto fue positivo a nivel trimestral en 161.000 euros, aunque no es previsible que el cuarto trimestre cambie el signo de todo el ejercicio, máxime después de que la textil hubiese amortizado ya los ingresos extraordinarios derivados de edificios en propiedad.

Estas cuentas son una importante prueba de fuego para el fundador del grupo, Adolfo Domínguez, que ha pilotado la empresa en este periodo con una cúpula descabezada, sin consejero delegado (el anunciado fichaje de Costas Antimissaris nunca llegó a producirse) después de la salida del anterior responsable ejecutivo, Estanislao Carpio. Los accionistas minoritarios reclaman un cambio drástico en la dirección de la sociedad.