El juez-magistrado del Juzgado de lo Social nº 1 de Vigo ha desestimado la demanda interpuesta por la sección sindical de la CIG en Faurecia Asientos de Galicia (ADG) contra la empresa y los sindicatos que aprobaron el acuerdo de competitividad (UGT, CC OO y CGT) que permitió la captación de los asientos del proyecto V20 del Grupo PSA (un SUV compacto de la marca Peugeot), según la sentencia del pasado 19 de octubre a la que ha tenido acceso FARO. La CIG reclama la impugnación del texto al considerar que tanto la convocatoria de la asamblea que validó el acuerdo como su propio resultado (se impuso el sí por cinco votos) no fueron válidos. Primero, por no haber sido convocada la asamblea con 48 horas de antelación, y segundo, porque el texto no fue aprobado por la mayoría de la plantilla (la mitad más uno).

El juez considera en el fallo -contra el que cabe recurso en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia- que la convocatoria de la asamblea sí fue válida porque estaba suficientemente anunciada (de hecho, apunta que incluso votaron los trabajadores en situación de incapacidad temporal). Sobre el resultado, el magistrado apela a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y a que nada se pactó sobre las mayorías precisas para que el acuerdo fuese aprobado, por lo que fue suficiente la mayoría siempre presencial: la mitad más uno de los asistentes. Con estos argumentos, el juez procedió a desestimar la demanda de la central nacionalista.

El director del centro vigués, José María Salazar, reconocía en una entrevista exclusiva con FARO la semana pasada que la empresa no concebía otro resultado por todo lo que está en juego: el mantenimiento de la actividad y los empleos (362). El acuerdo, suscrito tras una dura negociación con los representantes de los trabajadores en la que fue necesaria un arbitraje a través del AGA, hizo posible que ADG se adjudicase la fabricación de los asientos del proyecto V20 de PSA, vital para la viabilidad de esta factoría tras la pérdida en septiembre del año pasado del otro lanzamiento que acogerá Balaídos, el proyecto K9 (la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA y Opel), frente al Grupo Antolín.

La sentencia allana todavía más el futuro de la planta, que sigue pendiente de flecos para la firma definitiva del nuevo convenio colectivo.