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Nodosa apuntala su cartera de pedidos con dos buques de recogida de residuos

Las embarcaciones, de 27 y 18 metros de eslora, tendrán como destino el Puerto de Barcelona -El astillero de Marín da empleo ya a una media de 250 trabajadores

Vista aérea de las instalaciones del astillero Nodosa, en Marín, en una fotografía de archivo. // FdV

El astillero marinense de Nodosa ha reforzado su cartera de pedidos con la contratación de dos nuevos buques de recogida de residuos que operarán en el Puerto de Barcelona, según indicaron a FARO fuentes de la compañía. Las embarcaciones, de 27 y 18 metros de eslora, cumplirán con la normativa MARPOL (Marine Pollution) y además de la recogida de residuos oleosos y sólidos generados por el tráfico marítimo podrán destinarse a servicios de aprovisionamiento (transporte de víveres, suministros, etc.). Su construcción arrancará en junio con un plazo de entrega de un año. Además de estos buques, Nodosa tiene en diferentes etapas de construcción un remolcador, un palangrero para Malvinas, un arrastrero para Gran Sol y otro gran arrastrero también para Malvinas, para un armador vigués.

El contrato se firmó en las últimas semanas. Nodosa tiene una honda experiencia en este segmento de buques, cuyo destino es la recogida de residuos a flote, así como en ecodragas, siendo un referente a nivel nacional. El buque de 27 metros de eslora estará especializado en residuos oleosos (hidrocarburos, aguas de lastre, etc.), mientras que el más pequeño se destinará a los residuos sólidos. Estas barcazas multifunción también realizarán servicios complementarios de suministro y aprovisionamiento, según fuentes del astillero del Grupo Nodosa, que apuntan que se empezará a cortar chapa el próximo mes de junio ya que el plazo de entrega es de un año.

La firma de estos barcos confirma el despegue del astillero marinense tras la integración de las antiguas instalaciones de la extinta Factoría Naval de Marín, generando en la actualidad un volumen medio de empleo de unas 250 personas con los más de 80 trabajadores de Nodosa Shipyard y las plantillas de las auxiliares. En el segmento de construcción, Nodosa tiene en fase de armamento un remolcador de 70 toneladas de tiro para la compañía de remolcadores Amare Marín, que será entregado en agosto, y un palangrero de 60 metros de eslora para Malvinas, cuya entrega está prevista para finales de año o principios del siguiente. También está bastante avanzada la obra de un arrastrero de 28,7 metros de eslora para el grupo Osprey, propiedad de la familia de armadores holandeses De Boer.

En una fase más inicial está el nuevo arrastrero de 63,7 metros de eslora para un armador vigués que opera en el caladero de Malvinas a través de una sociedad mixta hispanobritánica, el primer pesquero de esta clase de propietario gallego que se construye en más de una década, y que puede ser la punta de lanza del sector para la renovación de la flota pesquera viguesa en terceros países, como avanzó este periódico en exclusiva. Su entrega está prevista para mayo o junio de 2017 e incorporará los últimos avances en eficiencia energética, comunicaciones y navegación, confort de la tripulación, volumen de capturas, capacidad de congelación, optimización de la maniobra de pesca, velocidad de crucero y operativa, y respeto medioambiental. Su diseño fue concebido y desarrollado por el equipo técnico del astillero siguiendo las recomendaciones y necesidades del armador, que atesora años de experiencia en el caladero. El barco estará especializado en la captura de calamar.

En la actividad de reparación y transformación naval, Nodosa ha ampliado el rango de segmentos de buques a los que presta servicios, incluyendo ahora mercantes, atuneros y buques oceanográficos.

El grupo Nodosa, propiedad de las familias Novas y Dopico, distribuye su actividad entre sus filiales industrial y naval. En el negocio naval, el centro logístico de Bueu realiza todas las tareas de prefabricación de los buques (corte de chapa, fabricación de los bloques, etc.), mientras que en Marín posee tras la integración a principios del año pasado de las antiguas instalaciones de Factoría Naval una concesión marítimo terrestre de cerca de 40.000 metros cuadrados (entre terrenos y lámina de agua) y parte de una nave en el muelle de reparaciones del Puerto.

El astillero siempre ha estado vinculado a la pesca, construyendo pesqueros y buques de apoyo para la acuicultura (bateeiros, etc.), aunque desde 2005 y hasta el año pasado, por la falta de subvenciones y ayudas a la renovación de las flotas, la factoría marinense se había dedicado a otros barcos como los remolcadores y las ecodragas, segmento este último en el que ya es una referencia internacional.

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