La fractura abierta en el seno de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) durante el proceso electoral que culminó el pasado jueves es cada vez mayor. La junta directiva de Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia) acordó por unanimidad ayer expulsar al empresario vigués José García Costas tanto de la junta como del comité directivo de la organización, como consecuencia del apoyo que el presidente ejecutivo de Hijos de J. Barreras ha dado a la candidatura de Jorge Cebreiros a la presidencia de la CEP, en contra de la decisión tomada por la asociación de respaldar a Luís Novoa. La junta directiva de Asime también aceptó ayer la renuncia de Salvador González (Regenasa-Panelfa) -que delegó su voto a Cebreiros en los comicios- como miembro de la misma.

La expulsión de García Costas de la junta y del comité directivo de Asime evidencia el enfrentamiento en la Confederación, ya que se trata de uno de los empresarios del sector más representativos, al frente del mayor astillero privado de España (Barreras) y de un consorcio compuesto por una docena de firmas, la mayoría vinculadas a la construcción y la reparación de buques. El conflicto estalló cuando García Costas, que esta semana se encuentra de viaje de negocios en Argelia, decidió sin consultar a la asociación presentarse como candidato a la vicepresidencia de Industria de la CEP en el equipo de Cebreiros, lo que causó un gran malestar en Asime.

El comité directivo de la patronal del metal aprobó sin ningún voto en contra respaldar a Novoa en su carrera a la reelección, y la semana antes de los comicios, una vez perdida la confianza en García Costas, Asime le retiraba su vocalía en la CEP, impidiendo al empresario optar a la vicepresidencia por el sector Industria. De hecho, García Costas era el único candidato tras la decisión del presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Javier Touza, de retirarse una vez cerrado el plazo para presentar candidaturas, cerrando la puerta a que cualquier organización próxima a Novoa plantase batalla por esta vicepresidencia.

El cisma abierto en la Confederación se agrandó aún más el día de la cita electoral, cuando otro socio histórico de Asime, Salvador González Rodríguez, presidente de Renegasa y Panelfa, dos importantes auxiliares del naval vigués, delegó su voto en Cebreiros, que finalmente obtuvo una estrecha victoria sobre Novoa (de tres votos). La junta directiva de Asime tenía prevista la apertura ayer de un expediente disciplinario contra el industrial por su decisión, pero antes de que comenzase la reunión éste entregó un escrito con su renuncia como miembro de la junta.

La junta rechazó "de pleno" las presuntas acusaciones realizadas por el equipo de Cebreiros, poniendo en cuestión la actuación democrática de sus órganos de gobierno. Asime insistió en que la decisión de apoyar la candidatura del expresidente de la CEP se tomó por unanimidad y sin un solo voto en contra -con la única abstención de García Costas-, y amenazó con tomar medidas legales "si se intenta menoscabar" su "prestigio y honor" con insinuaciones por parte del equipo del nuevo presidente de la patronal provincial. La asociación insistió en que no necesita que Ineo, la asociación de empresas TIC que lidera Cebreiros, ni éste ni ningún miembro de su candidatura le "abra la puerta" a la CEP porque está en la misma desde su constitución en 1977.

Fuentes empresariales consultadas por este periódico apuntaron que el enfrentamiento que vive ahora la CEP tendrá repercusiones en la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), al frente de la cual se encuentra el vigués José Manuel Fernández Alvariño, vinculado al equipo de Cebreiros (es miembro del comité ejecutivo de la CEG). Las mismas fuentes consideraron que el principal "vencedor" de las elecciones pontevedresas fue el propio Fernández Alvariño, al que las confederaciones provinciales están presionando por no tener presentadas ni las cuentas ni el presupuesto de 2014. Las provincias de A Coruña y Lugo tumbaron el pasado julio los presupuestos de la CEG (por primera vez en la historia). Desde entonces, se ha retrasado en varias ocasiones la presentación de las cuentas.