"Confiamos plenamente en la elevada competitividad de nuestras empresas para conseguir nuevos pedidos". Los fabricantes gallegos de componentes y auxiliares del automóvil, a través del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), celebraron ayer la adjudicación del proyecto K9 al centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën, con el que confían en aumentar su carga de trabajo pese a la amenaza latente de las industrias ubicadas en países low-cost como Portugal y Marruecos. Según Ceaga, las nuevas furgonetas de PSA representan una cuarta parte del volumen de negocio del sector.

"Esta decisión constituye una muy buena noticia, tanto para el sector de componentes y la industria auxiliar como para toda Galicia, ya que supondrá la posibilidad de un aumento en la carga de trabajo y unas perspectivas muy favorables", afirmó el clúster. Su presidente, Luciano Martínez Covelo, se mostró convencido de que las industrias gallegas responderán "con éxito" a las nuevas exigencias de calidad, costes e innovación que planteará el proyecto K9, y destacó que Ceaga se ha marcado como objetivo "mantener o incluso superar los contratos actuales con el grupo francés".

En la puja por estos contratos influirán los cambios en materia logística de PSA (con la introducción de los síncronos largos, que permiten hacer los pedidos a los proveedores con una semana de antelación) y su intención -confirmada por la propia empresa en repetidas ocasiones- de que basculen componentes que ahora se fabrican en Galicia a Portugal y Marruecos en busca de una mayor reducción de costes. Las empresas gallegas aspiran a contrarrestar esta posible pérdida con la captación de flujos de componentes que ahora se importan de otros países europeos con unos costes superiores a los gallegos, con el ojo puesto en productos de mayor valor añadido.

La patronal gallega del metal, Asime, coincidió ayer con Ceaga al confiar en "que los proveedores gallegos de primer y segundo nivel puedan obtener la mayor carga de trabajo que provoque la adjudicación de estas furgonetas debido a que poseen un altísimo grado de capacidad, tanto técnica como tecnológica, y sabrán cómo competir con otras posibles opciones". "Debemos trabajar intensamente en los próximos años para que las empresas de automoción del sector metalúrgico gallego puedan consolidar sus capacidades e incluso incrementarlas y, para ello, debemos ser cada vez más productivos y competitivos", señaló.

Por su parte, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), aludió al talento y el esfuerzo de todos los agentes implicados en la cadena de valor de la factoría de Vigo para ganar la batalla del K9 frente a un rival de Europa del Este. Anfac indicó que la decisión de PSA es "fundamental" para el impulso y el apoyo que necesita la industria española. "Esta inversión es una nueva oportunidad de futuro para ampliar la industrialización de España un paso muy importante hacia el objetivo de conseguir que España vuelva a producir tres millones de vehículos", añadió.

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