La multinacional estadounidense de componentes para automoción TRW Automotive, que tiene tres plantas y un centro de innovación y desarrollo en Vigo (con medio millar de trabajadores), ha alcanzado un acuerdo para la venta de su división de válvulas de motores a la también americana Federal-Mogul por un monto de 385 millones de dólares (unos 300 millones de euros al cambio actual), según confirmó ayer la compañía. Esta desinversión, según precisó TRW, ya estaba contemplada en su plan estratégico de negocio y se produce mientras continúan las negociaciones con el grupo alemán ZF Group (Friedrichshafen AG) para su absorción, como avanzó FARO, lo que creará la segunda mayor empresa de componentes del mundo en ventas, solo por detrás de Robert Bosch. La venta del segmento de válvulas no afecta a las unidades de Vigo, especializadas (al igual que las de Portugal y el resto de España) en componentes de seguridad.

El presidente y consejero delegado de TRW Automotive, John Plant, destacó que además de clarificar la cartera de productos de la compañía, la venta de esta división a Federal-Mogul le permitirá concentrarse en sus activos en crecimiento y en las tecnologías de seguridad pasiva. "La división de componentes de motores es desde hace mucho tiempo líder de mercado y un socio de confianza entre los fabricantes de automóviles de todo el mundo", añadió el directivo de la multinacional estadounidense. El consejero delegado de Federal-Mogul, Rainer Jueckstock, indicó por su parte que el acuerdo suma una nueva línea de productos a su cartera de productos, fortaleciendo su posición en el mercado y sus capacidades en la mejora de la reducción de consumo de combustible y las emisiones.

ZF Group reveló el pasado julio que mantiene negociaciones para la compra de TRW Automotive. El grupo alemán valora la firma americana entre 10.000 y 11.000 millones de dólares, aunque no hay una comunicación oficial al respecto. ZF Group, que tiene su sede en Friedrichshafen y cuyo principal accionista es la Fundación Zeppelin (creada por el pionero de los dirigibles, Ferdinand von Zeppelin, en 1908), se encuentra entre los diez mayores fabricantes de componentes del mundo y está especializado en el diseño, desarrollo y producción de sistemas de propulsión y trenes de conducción para automóviles y vehículos industriales. El año pasado alcanzó una facturación de 16.800 millones, y su plantilla, repartida entre 122 plantas en 26 países, suma 72.643 personas. TRW, por su parte, logró unas ventas de 12.889 millones en 2013, siendo el grupo alemán Volkswagen su principal cliente. En 2005 se hizo con la viguesa Dalphimetal por 114 millones, con varias plantas y centros de I+D+i en España y Portugal.