Ya hay principio de acuerdo para evitar la liquidación de Pescanova. El presidente de la multinacional gallega ha enviado hoy una carta a los bancos del llamado G7 en la que les traslada que el consejo de administración acepta su reivindicación de devolver 1.000 millones de la deuda, en lugar de los 700 millones que Damm y Luxempart llevaron a la propuesta de convenio entregada al juez.

Era la principal petición de las entidades financieras para liderar el proyecto, además de la salida del grupo cervecero y su fondo aliado. El lunes se presentará la "corrección" de la propuesta ante el magistrado encargado del concurso para que, en caso de que la respalde, se pueda someter a la votación de los acreedores en el límite del plazo máximo, el inmediato miércoles 30.

Según ha podido confirmar FARO, la misiva confirma también que la distribución de la nueva inyección de capital prevista, algo más de 100 millones de euros, se repartirá entre los bancos en función de la cantidad de pasivo que ya tienen, al igual que la distribución del accionariado futuro.

El consejo de administración de la compañía asentada en Chapela tomaba la decisión ayer por la noche tras el ultimátum de Sabadell, Popular, BBVA, Caixabank, NCG, Bankia y Ubi Banca para volver a los planteamientos iniciales del acuerdo que las entidades llegaron a tener con Damm y Luxempart.