El pasado viernes, 26 de abril, tendría que haberse celebrado en Chapela una cita ordinaria del consejo de administración. Así figuraba en el calendario de consejos elaborado a comienzos de año, como ya avanzó este diario. El día antes el secretario informó a los socios y demás miembros del consejo de administración que no iba a celebrarse. "La explicación fue algo así como que ya se habían celebrado muchos consejos", explicó a FARO uno de los accionistas.

Pero, a tenor de lo sucedido posteriormente -a Manuel Fernández de Sousa se le retiraron las facultades de administración y gestión de la compañía-, entre los socios ha surgido una pregunta. ¿Por qué se desconvocó esa cita?

Miedo a la votación

Algunos de ellos tienen una respuesta clara. En la orden del día de ese consejo, y a petición de los díscolos, iba un punto con un enunciado rotundo: "Dimisión del presidente". Esta petición también se llevó al consejo del 14 de marzo y a la del 4 de abril, cuando Sousa sacó adelante, por siete votos contra cinco, la solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores.

"Yo creo que no las tenía todas consigo y tuvo miedo de perder en esta votación o de tener que recurrir al voto de calidad", explica uno de los consejeros. En efecto, Sousa tiene voto doble en caso de empate, pero "no quedaría especialmente bien de cara al mercado, la CNMV o los accionistas que una moción así la salvase el propio presidente". "Ahora es una incógnita como otras tantas, porque seguimos sin saber casi nada", lamentan las mismas fuentes.