El Grupo Pescanova ha solicitado, voluntariamente, la declaración del concurso de acreedores. Esto no significa que ya haya entrado en lo que antes se llamaba suspensión de pagos, ya que hay unos pasos que se han de dar de forma inapelable. El proceso concursal se producirá del siguiente modo, como detalló a FARO el abogado especialista Ramón Ozores.

Primer paso. Este ya se ha producido. El 1 de marzo, mediante un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de manera formal en el decanato de Pontevedra, Pescanova se acogía al artículo 5 bis de la Ley Concursal. "Aquí se le comunica al juzgado la situación de insolvencia de la compañía ya que no puede hacer frente a sus gastos corrientes, pero sí que prevé tener una salida para la situación", explica Ozores. Pescanova disponía de cuatro meses para intentar alcanzar un acuerdo con sus acreedores, que no se alcanzó.

Segundo paso. Es la solicitud de concurso, que Pescanova ya ha dado. Esto no significa que la multinacional ya se encuentre en suspensión de pagos, pues un concurso tiene una "vida con varias fases". Fuentes judiciales estiman que hasta dentro de dos o tres semanas no se dará por iniciado el concurso de acreedores del cuarto grupo pesquero del mundo.

Tercer paso. Entramos en concurso. En este punto hay tres fases que se han de completar. La primera es la común, y conlleva el auto de declaración del concurso y el nombramiento de un administrador concursal. La empresa se interviene de facto si el juez decide deponer a los actuales gestores de las labores que ocupan los mandos de la firma. En este punto, por ejemplo, los créditos dejan de devengar interés (los viejos, previos a la entrada en concurso de acreedores).

Cuarto paso. ¿Qué tiene que hacer un administrador concursal? En primer lugar, hacer una foto de los créditos concursales, de la deuda contraída por la empresa insolvente. En paralelo determina cuál es el patrimonio que ésta tiene para hacer frente al pago de las deudas en caso de liquidación. Por último elabora -deja tiempo para la inscripción- de la lista de acreedores. En base a estos datos elabora un informe, como explica Ramón Ozores. El plazo de alegaciones tanto sobre el inventario de bienes como sobre las deudas o el número de acreedores. Este periodo "puede durar dos semanas o dos años", en función del tamaño del agujero. En este caso se trata de un pasivo de unos 3.000 millones de euros, lo que lo convierte en el concurso más grande de la historia económica de Galicia y en uno de los mayores de España.

Quinto paso. Evaluación. El administrador concursal, además, elaborará una "prevaloración contable" de la empresa. De acuerdo con el letrado vigués de Colón Abogados "ahí ya se podrá ver si se pueden derivar responsabilidades de la entrada en concurso de la compañía". En este caso, de Pescanova y el equipo gestor, con Manuel Fernández de Sousa-Faro a la cabeza.

Sexto paos. Propuesta de convenio. Existe la posibilidad de hacer una propuesta anticipada de convenio, para la cual hace falta que el 20% de los acreedores firmen la adhesión al mismo. Si esto no sucede hay un siguiente paso. Se elabora un plan de viabilidad, que ha de contener una quita o un plazo de espera para recobrar la deuda (o ambas cosas). ¿Qué significa? Que si Pescanova debe 100 millones a un banco, puede producirse simultáneamente una quita y que el pago luego se haga en diez años. Así, podría tener que devolver 50 millones de forma no inmediata. Aquí se trata de conocer qué recursos se pueden emplear para pagar la deuda concursal: venta de filiales, refinanciación de deuda o un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para reducir la carga salarial.

Séptimo paso. Junta de acreedores. La convoca el juez y se vota si se aprueba o no la oferta de convenio, con las condiciones particulares que incluya en este caso. Si no se acepta por parte de los acreedores se produce el peor de los finales.

Octavo paso. La liquidación. Se produce cuando la empresa no es viable, y no puede llegar a serlo. "Aunque este concurso es de la matriz pueden caer muchas empresas filiales, que se alimentaban de la madre y siempre sumaban pérdidas", ilustra Ozores. Si se llega a la liquidación, "se cogen todos los activos, se venden y se paga lo que se pueda, salga y se sea capaz de pagar".