La difícil situación por la que atraviesa Factorías Vulcano podría suponer un "zarpazo" de al menos un 20% en la capacidad productiva de los astilleros de la ría de Vigo. La empresa ubicada en Teis es una histórica del sector –fue fundada en 1919 por Enrique Lorenzo Ocampo– y su propiedad cambió de manos en varias ocasiones, pero ahora sus días están contados si antes del próximo 13 de febrero la Sociedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar) no accede a aceptar la quita de un 80% sobre los 61 millones de euros que le adeuda.

La gestión del astillero fue puesta en gestión en los últimos días por la propia patronal del metal (Asime), que exige responsabilidades al considerar que las pérdidas de este astillero recayeron en varias ocasiones en la industria auxiliar del naval.

Pero, por otra parte, las empresas auxiliares y proveedoras no quieren perder esta cuota de mercado del 20% que representa Vulcano. Los astilleros son sus principales clientes y, en definitiva, su desaparición podría significar también la suya propia.

En la última semana, Asime reclamó en dos duros comunicados que se apartase a los actuales directivos del astillero al considerarlos culpables de la ruina financiera del mismo –su deuda supera los 195 millones de euros, excluyendo los 95 millones de créditos contingentes– y de numerosas empresas auxiliares.

La situación se ha complicado en esta última semana al rechazar los astilleros socios de Pymar –algunos de ellos de la ría de Vigo– la aceptación de la quita del 80% sobre la deuda que Vulcano tiene con Pymar. Sin embargo, a la empresa de Teis todavía le queda la posibilidad de que el Ministerio de Industria, principal accionista de la Sociedad de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión, acceda a la quita que propone el astillero de Teis.

A Vulcano le quedan todavía algunos aliados en su cruzada por salvar la empresa. Por un lado la Consellería de Industria, que mostró esta semana, una vez más, la disposición de mantener el astillero funcionado porque de él dependen 114 empleos directos y más de 1.500 cuando se encuentra en plena producción.

Además del titular de Industria, Javier Guerra, han mostrado su apoyo al astillero la ministra de Fomento, Ana Pastor; la europarlamentaria del BNG Ana Miranda; la diputada en el parlamento español Olaia Fernández y el alcalde socialista de Vigo Abel Caballero.

¿Serán capaces estos políticos de convencer a De Guindos que acceda a condonar 48,8 millones de euros? Quedan menos de tres semanas para saberlo.

Un sí puede significar la salvación del astillero, siempre y cuando sea capaz en los próximos meses de conseguir carga de trabajo. A pesar de las dificultades, los directivos de este astillero viajaron estos días a Noruega para intentar cerrar algún nuevo contrato, siempre dependiendo de la entrada en vigor del nuevo tax lease y de las condiciones que finalmente este ofrezca.

El naval vigués también está pendiente de Barreras, que se encuentra en situación concursal, aunque con unas perspectivas algo mejor que las de Vulcano. El astillero que preside José Francisco González Viñas, que arrastra una deuda de 72 millones y que tiene todas sus gradas vacías, representa el otro 30% de la construcción naval de la ría.

Detrás de estos dos astilleros están Metalships, Freire, Armón y Cardama que tienen carga de trabajo, aunque sus pedidos se remontan a los principios de la crisis.

El sector naval está tomando cada vez más consciencia de la importancia de compartir sus instalaciones para la construcción de barcos con la reparación, actividad esta última que se convierte en la alternativa más viable para la supervivencia del sector ante la falta de nuevos contratos.