La sequía de contratos en la industria naval española parece no tener fin. Según los últimos datos oficiales publicados ayer por la Gerencia del Sector Naval (organismo dependiente del Ministerio de Industria), en el primer trimestre del año los 22 astilleros privados españoles en activo solo cerrado un contrato. La falta de pedidos ha provocado que en apenas tres meses la cartera de buques en construcción en el sector haya pasado de 80 a 68, tras las últimas entregas. En Vigo, que concentra el grueso de la construcción nacional, responsables de los principales astilleros volvieron a avisar ayer de que la inseguridad surgida en torno al tax lease, incentivo fiscal que disfruta el naval en España, está frenando la entrada en vigor de tres nuevos contratos.

"No podemos esperar más, necesitamos una resolución de con carácter inminente", afirmó ayer José Francisco González Viñas, presidente del astillero Hijos de J. Barreras y de Uninave, la patronal de los constructores navales españoles, en relación al tax lease. La denuncia presentada desde Holanda contra este sistema –que permite la amortización acelerada de un buque– ha llevado a la Comisión Europea a investigar el tax lease, que según el sector y el Gobierno español, es "perfectamente legal". El problema, según Viñas, es que todas las ofertas de barcos presentadas por los astilleros vigueses a los armadores, y pendientes de la firma definitiva, están elaboradas partiendo de la "ventaja competitiva" del tax lease.

"Dependiendo de la resolución de Bruselas, los armadores tomarán un camino o por otro", argumentó el presidente de Uninave, que añadió que las empresas tratarán de hablar en los próximos días con responsables de la comisión de la Competencia de la UE. El alcalde vigués, Abel Caballero, mantuvo ayer sendos encuentros con los responsables de los astilleros Barreras, Freire, Metalships y Vulcano, así como con las centrales sindicales UGT y CC OO. Caballero les aseguró que el Gobierno y en especial el Ministerio de Industria están haciendo todo lo posible por defender a la industria naval frente a la amenaza de una posible supresión del tax lease. Caballero llegó a sugerir que toda la problemática surgida sobre el tax lease podría ser una maniobra de terceros países para eliminar la competencia viguesa.

Durante el primer trimestre del año, solo la firma asturiana Gondán logró cerrar la contratación de un nuevo buque –para exportación– entre los 22 astilleros privados españoles en activo. El naval gallego aún no ha podido estrenarse este año, y su cartera de pedidos al cierre de marzo era de 15 embarcaciones (en diciembre de 2010 había 20 buques en construcción). La falta de contratos ha llevado a astilleros e industrias auxiliares a recurrir a los expedientes de regulación de empleo, y un buen número de empresas se encuentra en proceso concursal. En el caso de Barreras, el astillero más grande de Vigo, en unas semanas entregará su último barco, quedando sus gradas totalmente vacías.