"Hay que construir un nuevo modelo que permita lograr y garantizar la ventaja competitiva de España", sostienen cien empresarios y economistas convocados por la Fundación Everis para hacer una reflexión en común sobre el futuro económico del país. Los autores del manifiesto "Un momento clave de oportunidad para construir entre todos la España admirada del futuro" –entre los que figuran los gallegos José María Fernández-Sousa Faro, presidente de Zeltia, y José María Castellano, presidente de ONO, así como Pablo Isla, consejero delegado de Inditex – aseguran que la globalización sorprendió a España a la "mitad de su transformación hacia un modelo de economía avanzada", por lo que hoy no puede "competir en bienes y servicios sofisticados con los líderes" ni en costes "como proveedor de bienes y servicios de menos valor".

Ante la imposibilidad de mantener el modelo vigente hasta ahora, los firmantes –entre los que también figuran Antonio Vázquez, presidente de Iberia; César Alierta, máximo responsable de Telefónica; y Antonio Brufau, presidente de Repsol– proponen un plan de "transformación" –y no de "evolución"– de la economía nacional y aprovechar la crisis como una "oportunidad" para llevarlo a cabo, convocando a este esfuerzo a "todos los agentes". Para ello, invocan "la confianza en la fuerza colectiva de todos los españoles obrando al unísono".

Para afrontar los retos del país, este grupo de protagonistas de la economía española propone ocho actuaciones principales:

Apostar por el talento. "No basta con crear talentos. Hay que ponerlos en valor individual y colectivamente y conectarlos conformando verdaderas constelaciones dinámicas de talento".

Competitividad. "La competitividad se debe entender, evaluar y planificar con óptica global"; se plantea "una nueva efinición de competitividad" como "combinación de aspectos tangibles e intangibles" para la "creación de valor" y se postula "repensar las brechas entre microempresa, pyme y gran empresa" y promover la conexión entre ciencia, mercado y capital.

Estado del bienestar. Se demanda "un Estado del bien estar responsable", para lo que se precisa un mayor conocimiento entre quien presta sus servicios y "quien los usa y (a menudo sin ser consciente de ello) los financia".

Capital financiero. "El capital financiero sigue siendo el combustible que alimenta el motor de un país", pero "ha cobrado una trascendencia inusitada a la hora de crear o destruir valor". Se propone un "capital financiero inteligente", que tenga más "conexión con todos los agentes y usuarios" y disponga de "una mayor capacidad de regulación y autorregulación para detectar y anticiparse a anomalías, excesos y burbujas". Debe ser un sector con "mayor transparencia, integridad y responsabilidad".

Administración eficiente. Se considera obligada "una revisión profunda del papel, alcance, organización, modelo de prestación y ámbito de proximidad de las Administraciones públicas" españolas para buscar la "excelencia", y más cuando la actual estructura administrativa, con "múltiples ámbitos de actuación", parte de una "concepción heredada, en muchos aspectos, de un pasado ya caduco".

Nueva marca-país. "La estrategia y gestión de la marca-país debe dejar de ser una actividad colateral, artesanal e individual, para convertirse en condición necesaria de toda estrategia de creación y proyección de valor de un país", y no solo por lo que tenga de autoestima como de proyección externa en términos de "reputación del país y capacidad de influencia en el resto del mundo".

Estrategia-país. Exigen "la definición de un nuevo plano estratégico y claro en el que se desenvuelvan los grandes ejes de transformación estructural del país", con eje y guías que superen los ciclos electorales.

Nuevos protagonistas. Hay que "ensanchar los canales de comunicación entre ciudadanos y administradores", "escuchar la opinión del ciudadano y revalorizar su relevancia". Debe "emerger" una "nueva sociedad civil" y "encontrar su nueva misión, identidad y voz".