La flota que faena en el caladero del Atlántico Noroccidental se repartirá el próximo año 16.000 toneladas de fletán negro, la misma cuota de que dispuso este año y el anterior. De ese Total Admisible de Capturas (TAC), a los 14 buques arrastreros congeladores españoles que operan en esas aguas, casi en su totalidad con base en Vigo, le corresponderán 4.396 toneladas.Es uno de los principales acuerdos adoptados por la organización internacional que regula las pesquerías ene se caladero, Nafo, en la reunión anual que ayer concluyó en Bergen (Noruega).

Pero la reunión se saldó con un acuerdo considerado histórico, cual es la reapertura de la pesquería de bacalao, después de diez años de moratoria. Así, el próximo año se reabrirá a la pesca de esta especie la zona conocida como Flemish Cap, a 350 millas al este de Saint Johns (Canadá. La cuota total de bacalao aprobada ayer es de 5.500 toneladas, de las que la flota española, en su mayor parte también con Vigo como base, dispondrá de 787 toneladas.

Hay que recordar que las aguas de Terranova fueron la principal zona de pesca de la flota bacaladera española, que tuvo que abandonarlas por el cierre de todas las divisiones de Nafo para esta pesquería en 1999, lo que causó la paulatina pérdida de buques y empleos.

La ministra de Medio Marino, Elena Espinosa, calificó de "buenas noticias" la reapertura de la pesquería de bacalao y el mantenimiento de la cuota de fletán.

De los acuerdos adoptados ayer, también destaca, en función de su interés para la flota española la reducción de la cuota de raya a 12.000 toneladas –1.500 menos que este año– y de las que la flota gallega se repartirá 5.832. Asimismo, se reduce la cuota de brótola o bertorella, que baja en 2.500 toneladas y se fija en un total de 6.000, de las que 1.528 son para la flota gallega. Según Medio Marino, estos Tacs sufren un "un ligero descenso para adaptarse a las recomendaciones científicas", que, sin embargo, "no afectan a la actividad pesquera que mantiene la flota española en este caladero".

Además y para proteger de los ecosistemas vulnerables, se aprobó el cierre provisional por dos años de once zonas de pesca para las artes de fondo.