La labor inspectora realizada en el servicio de abastecimiento municipal de agua para evitar los consumidores clandestinos dio como resultado la incorporación al padrón municipal de más de un millar de altas desde 2015. Fue entonces cuando se comenzaron a cruzar las referencias catastrales con los datos de los padrones municipales de abastecimiento de agua y de recogida de basura y salieron a la luz casos de vecinos que realizaban un consumo en sus hogares sin figurar en el correspondiente padrón.

En el último trimestre de 2016, el ORAL registró 5.681 recibos de agua -por otros tantos contadores-, según explicó el propio alcalde, José López Campos, hace algo más de un mes, a raíz de la apertura del concurso para adjudicar el servicio. La mayoría de esos contadores corresponden a inmuebles del casco urbano y otros a lugares con traída pública como Codeseda o Guimarei. El traspaso al ORAL -el organismo autónomo de gestión de recursos locales de la Diputación de Pontevedra-, de la gestión y cobro de los tributos municipales, facilita en gran medida la realización de este cruce de datos entre contribuyentes y consumidores para detectar posibles enganches fraudulentos.