Lancott lleva trabajando en el polígono de Lalín alrededor de tres años. Es uno de las pocas firmas que apuesta por su propia marca, pero además de ello, también confeccionan para otras empresas. Oliva Fernández, encargada de la firma, asegura que "las campañas marcan el ritmo", y por eso aclara: "Regularmente somos 5 trabajadores y según la campaña podemos duplicarnos":
Fernández sabe que la globalización ha permitido que "entres en competencia directa con oriente", pero sostiene que "hay una fase de pequeño retorno que era necesaria". Asimismo, entiende que el futuro pasa por "no masificar el producto y centrarlo en menos puntos de venta en las ciudades". Además, incide en que "soy muy optimista con la situación y creo que Lalín está despertando".
Por otra parte, aunque resalta la formación de los lalinenses en la confección del punto, sostiene que "nos falta mucho en el apartado de las marcas, falta capacidad de vender y de presentar el producto". Y ve como principal problema que "no nos lo creemos".
