Nada más inaugurar el Museo Galego da Marioneta, la ministra de Fomento abandonó Lalín para acudir a otro acto, ya por la noche, en A Coruña. Pero hubo tiempo para que desde el gobierno lalinense y en un ambiente más privado su cabeza visible, José Crespo, le recordase algunas de las demandas del Concello que el ministerio todavía no ha cumplido. Según apuntó el alcalde tras el evento, no mencionó a la ministra el traspaso de la titularidad de la AP-53 a la Xunta (tendría que condonarle previamente los 60 millones de euros que en su día aportó a fondo perdido), ni, por tanto, una eventual rebaja de los peajes. Tampoco salió a colación los carriles lentos en la N-525 entre Ponte Ulla y Lalín, ni el apeadero de Botos para el Tren de Alta Velocidad. Pero Crespo sí insistió en la posibilidad de recuperar la escombrera de Vilar do Xestal. Eso sí, el alcalde prefirió no dar más detalles y se limitó a apuntar que, igual que ocurrió el Pazo de Liñares y Carboeiro -que no obtuvo el 1% cultural-, esta vez tampoco va a desvelar sus cartas.