El partido ante el Fuenlabrada que el Pontevedra disputó el pasado sábado no era el más idóneo para sacar conclusiones. La categoría del rival y su teórica superioridad hombre a hombre hacían de ese encuentro uno de los que a priori cabría esperar perder jugando lejos de Pasarón. Pese a todo, esa teórica superioridad del rival no esconde unas cifras que son ya el tormento del Pontevedra en los últimos años. Al equipo le cuesta mucho puntuar lejos de casa.

Tanto es así que al cuadro lerezano se le acumulan ya los partidos sin saber lo que es regresar a casa con una victoria en el zurrón. Así pues son ya diez los partidos consecutivos en los que el Pontevedra no gana lejos del calor de su público. En estos partidos el balance es de ocho derrotas por dos empates, ambos por idéntico resultado (1-1) en Boiro y en la eliminación del play off ante el Real Murcia en la Nueva Condomina.

La última vez que los hombres de Luisito ganaron un encuentro fuera de casa fue el 5 de marzo del presente 20017. En aquel momento el equipo viajaba a Villaviciosa para medirse al Lealtad de Roberto Aguirre en un momento importante desde el punto de vista psicológico al llegar justo después de remontarle en casa al Burgos en los últimos minutos. Un gol de Mario Barco en el minuto 88 le dio los tres puntos a los de la ciudad del Lérez, que no ganaban fuera desde la primera vuelta.

Los encuentros como visitante son la gran cruz en el expediente de Luisito durante la última campaña. A pesar de que el Pontevedra cuajó una temporada para enmarcar el curso pasado, el principal caladero de puntos que propició la clasificación para la fase de ascenso fue Pasarón. Los Mario Barco, Bonilla, Miguel Loureiro, Jacobo Trigo y compañía, que el curso pasado fueron claves para hacer soñar a la afición con el ascenso, tan solo fueron capaces de sumar 13 puntos de 57 posibles lejos de Pontevedra. Tres victorias y cuatro empates fueron el balance de la 2016-2017.

En ese final de campaña que vino después del duelo contra el Lealtad, el Pontevedra cayó ante Osasuna B, Ponferradina, Somozas y Caudal. A esto hay que sumar las tres derrotas de este año en liga y la eliminación copera que, con los empates en Boiro y en Murcia cifran en diez los partidos sin ganar.

En la lógica bajada de rendimiento jugando en campo rival, los números del Pontevedra de Luisito en liga a domicilio desde que el Pontevedra ha ascendido a Segunda División B son de 9 victorias y 10 empates en 41 partidos. A mayores, las dos eliminaciones de Copa del Rey en Guijuelo y Segovia y el empate del play off en la Nueva Condomina.

La mejor racha de los granates lejos del calor del hogar fue en la 2015-2016. Ocho encuentros seguidos sin perder fuera entre las jornadas 8 y 20.