Marín sigue sin poder celebrar una victoria seis semanas después y ayer perdió (77-83) una nueva oportunidad para escalar posiciones y despedir el año con buenas sensaciones ante su afición. Los azules ofrecieron su mejor versión de las últimas semanas pero esta no fue suficiente para quedarse con la victoria en un partido de rachas que el TAU Castelló supo jugar con más cabeza en los minutos finales.

El Peixegalego notó la presión en los primeros minutos del partido y tras anotar por medio de Derksen su primer lanzamiento a aro de todo el partido, erró posteriormente los siete ataques sucesivos evidenciando los nervios típicos del equipo al que no le están saliendo bien las cosas.

Las muñecas de los marinenses se fueron poco a poco desentumeciendo para empezar a acortar distancias con los visitantes en un momento en el que comenzaban a escaparse tímidamente. Un triple de Mugica devolvió de nuevo la confianza en el tiro a los de A Raña, que todavía anotaron otros tres más antes del descanso, unos registros novedosos teniendo en cuanto lo visto en anteriores fechas con el tiro exterior.

Precisamente el lanzamiento lejano es lo que permitió a los azules dominar el encuentro en los primeros compases del segundo cuarto, mandando incluso en el electrónico por primera vez desde la canasta inaugural. Pero el TAU puso toda la carne en el asador en el tramo final de la segunda mitad para, gracias a un parcial de 4-12, darle la vuelta al marcador e irse con la máxima ventaja hasta el momento a los vestuarios (31-37).

Todo lo contrario ocurrió en el tercer periodo, donde los de Javi Llorente dieron una auténtica lección de lo que es reaccionar para conseguir sobreponerse a una dura desventaja de once puntos (43-54) para, liderados por un Miso inédito hasta entonces, labrarse una gran remontada con un parcial final de 10-0 que culminaron finalmente a poco del final para irse al último cuarto con ventaja (61-60). El Peixe casi anotó tantos puntos en este periodo como en toda la primera parte.

La igualada reinó durante el cuarto definitivo hasta bien llegado el final del juego, con empate (71-71) a falta de tres minutos para el final. Quien fallase el primer ataque sería el que se lamentaría al final del choque y esto le ocurrió a los locales con dos errores consecutivos de Derksen y de Miso que supo aprovechar bien el cuadro castellonense para abrir la ventaja de cinco puntos necesaria para decantar la contienda a su favor.