El Teucro impuso su ley en el Pabellón Municipal. Nadie puede con el cuadro pontevedrés a orillas del Lérez. El conjunto azul logró una brillante victoria ante un Palma que llegaba líder y se colocó en el segundo puesto de la tabla.

Fue una primera parte brillantísima. El conjunto de Quique Domíguez ofreció un recital defensivo, sostenido por una agresividad extrema dentro de lo permitido y un acierto en portería anormal. Tanto Lloria, en acciones de juego corrido, como Santana, en penaltis, estuvieron gigantes. El cuadro de Quique Domínguez era solidario atrás. No concedía oportunidades al rival y en ataque encontraba la rendija por donde filtrarse hacia Manuel López.

Tras los minutos de tanteo inicial, pronto el cuadro azul puso velocidad de crucero. A los diez de partido, el Teucro ya vencía por tres tantos gracias a un Lloria que comenzaba su recital particular y arregló dos pérdidas iniciales de un Hernández errático en el comienzo del encuentro.

Sin embargo, el bloque lerezano redujo un ápice su intensidad atrás y eso lo aprovechó Palma para ponerse a tan solo uno (7-6) en el ecuador del primer acto, conducido por un espléndido Agustín Casado.

Pese a que parecía que el cuadro cordobés había reaccionado, ese gol sería lo más cerca que estuvo de empatar, el Teucro encontró una inferioridad para volver a pegar un estirón al marcador. Tres tantos seguidos de Carlos García y un larguero del rival colocaron el encuentro en un 11-6 que empezaba a ser preocupante para el cuadro foráneo.

La dinámica siguió así hasta el descanso, con un Teucro pletórico que cortaba cualquier vía de acceso hacia Lloria y era capaz de irse en el marcador. El 16-10 en el intermedio ante el líder era un parcial soñado para afrontar la segunda mitad.

Y si la primera parte había sido de ensueño, el comienzo del período final lo fue todavía más. El conjunto teucrista salió de los vestuarios con la misma dinámica y aplastó a Palma en un nuevo inicio arrollador. Dos goles de Dani Hernández y Ángel Iglesias colocaron al equipo a ocho (18-10). Parecía imposible una reacción del rival, pero el cuadro andaluz sacó fuerzas de flaqueza y demostró porqué llegaba al Municipal como líder de la categoría.

Agonía

Una exlusión de Medina colocó a Palma a seis tantos, que fueron cuatro porque el equipo de blanco aprovechó un mal momento del Teucro en ataque. A los ocho minutos, Pichel rompió la sequía para evitar agobios. Aunque éstos llegarían poco después.

Porque aunque el Teucro seguía anotando a buen ritmo, su nivel defensivo había decaído. Cada ataque de Palma era gol, pero Lloria salvó en dos ocasiones casi consecutivas un tanto del rival que hubiese supuesto que éste se colocase a dos.

Entonces el Teucro aprovechó dos pérdidas de Palma para ampliar la renta a 25-19. Faltaban diez minutos y el equipo había cortado la sangría. El choque parecía controlado, pero una doble exclusión de Silva e Iglesias más que discutida metió a los cordobeses en el partido. A falta de siete minutos, el 27-25 daba miedo en el Pabellón.

Sin embargo, el Teucro apretó los dientes y a base de buenos ataques, logró asegurarse su séptimo triunfo en casa que le permite superar a su rival de ayer en la tabla.