Seis goles y seis tarjetas amarillas. Mario Barco destaca en las dos facetas y no tiene reparos en explicarse.

- Se le ve cómodo en el equipo.

- La afición me da mucho cariño desde el primer día y eso aporta un plus para dejarlo todo en el campo. Además, la confianza del míster ha sido imprescindible. Si a mí me dan confianza, yo lo doy todo.

- ¿Cómo es el día con Luisito? No me diga que a veces, debido a la exigencia, no chocan.

- Sí, algún choque puntual claro que hay. Somos humanos y entre nosotros siempre hay roces, pero eso se queda en el momento. Yo soy un jugador muy exigente y él no permite bajones. Eso me gusta.

- El curso pasado anotó ocho tantos y esta temporada ya lleva seis.

- Sí, estoy contento. Mi objetivo es trabajar para el conjunto, así que si no marco, no hay ningún problema. No me voy a acomodar porque si marco goles, el equipo estará mucho más arriba.

- ¿Qué le pasa con las tarjetas amarillas? Ya lleva seis.

- Soy un jugador de carácter e intensidad. Por protestar sólo he recibido dos tarjetas. Las otras han sido por meter el pie. Se nota que no soy defensa e igual voy con más ímpetu. Tengo que controlarme más y creo que estoy mejorando. Hay que llevarse bien con ellos. Intentaré hacerles un poco la pelota (risas). Luisito me dice que ya lo pagaré con las multas, aunque él me conoce y me va a entender siempre. Esa energía la tengo que trasladar al campo.