La lesión de Iker Alegre es una de las peores que puede sufrir un deportista, ya que la recuperación es lenta y compleja, sobre todo porque es complicado recuperar el tono muscular después de una larga convalecencia.

El hecho de no tener los ligamentos en condiciones perjudica la estabilidad y sobre todo en un deporte como el fútbol donde los giros son habituales.

Jugadores como Varanne o Jesé, por poner dos ejemplos recientes, han tardado más de una temporada en recuperar su nivel de juego. A otros como Falcao se le acabó su brillante carrera.

Sin duda, sus compañeros se acordarán de Iker en el partido que este domingo van a disputar ante el Palencia intentando elevar su estado de ánimo que, por desgracia, no pasará por un buen momento.

El club pierde un puntal y su ausencia se va a sentir y mucho a lo largo de toda esta temporada.