El otro nuevo delantero tardó una semana más en emerger que su compañero Mateu Ferrer. Una sanción le obligó a esperar. A cambio lo hizo como si guardara fútbol contenido, con un debut en el que bordeó el triplete. Mario Barco es optimista, atrevido y fajador. Declarado el punta valiente, no solo promete goles, seguro de poder superar sus mejores registros, sino también garra, entrega, meter la pierna. Un chico del norte, el valor se le supone.
- Sale Mateu y marca un gol, sale usted y marca dos ¿Le dijo algo? ¿Hay pique entre ustedes, aunque sea sano?
- No, para nada, al revés (sonríe). Hemos hablado y ya sabemos que este año nos vamos a repartir los goles. Algún día me tocará a mí salir del banquillo y poder aportar lo que aportó él el otro día y los dos estaremos contentos si nos vamos regalando goles mutuamente y trabajando el uno para el otro. Desde el día que llegamos tuvimos buena relación y siempre con buena actitud y competencia sana.
- ¿Una competencia así motiva o solo es material para nuestras preguntas?
- Sí que motiva. Es importante siempre no tener las cosas fáciles y ver que tienes compañeros buenos, que tanto se pueden complementar como pueden hacer que te quedes tú en el banquillo. Y hay que llevarlo bien, siempre de buen rollo, sabiendo que está ahí el lunes para volver a empezar desde cero, trabajar y ganarte tú el puesto. Al final saber que no tienes las cosas fáciles siempre hace sacar más de uno mismo.
- ¿Se esperaba un debut como ese, con dos goles?
- A mí siempre me gusta visualizar cómo pueden ir las cosas dentro de la situación que hay. En un primer partido, cuando no tienes el 100% de la forma ni todos los conceptos del míster cogidos no te imaginas que puedes marcar dos goles, pero esto es así. Al final eres delantero, estás en el área y esto es un regalo al trabajo y una idea de lo que puede venir más adelante, que pueden venir cosas mucho mejores.
- El año pasado marcó ocho goles con el Somozas, en su mejor temporada en este apartado hizo nueve. Ya lleva dos ¿cree que va a mejorar esos registros?
- Sí, por supuesto. Yo nunca he tenido una temporada en la que haya tenido toda la confianza desde el principio, por diversas causas. No se ha dado siempre la situación que puedo llegar a tener ahora si me lo gano, habiendo empezado así. Por ejemplo, en el Logroñés yo tenía 18 años y no era el delantero que soy ahora. En el Barakaldo marqué siete goles, pero en tres meses. Ahí fue cuando empecé a notarme mejor jugador, pero yo quería hacer una temporada completa con una buena cifra. En Somozas no se consiguió, empecé a jugar tarde, y quizás el tipo de juego de Luisito me favorece mucho más y espero poder conseguirlo, ser un jugador importante en la categoría.
- ¿Visualiza entonces esta como la mejor temporada de su carrera?
- Sí, desde que he llegado aquí he tenido muy buenas sensaciones. Es una mezcla entre lo que sentí en Logroño y Barakaldo y creo que todo eso, junto con lo de que soy mejor jugador, más completo, y con las sensaciones que tengo respecto al entrenador, la ciudad y los compañeros? Creo que puede ser un año importante.
- Añón y usted repiten sociedad, el año pasado coincidieron en el Somozas, y parece que funciona.
- Eso viene bien. Antes de salir al campo hablamos sobre el tipo de juego. Porque al final un partido se propone de una manera, pero luego puede salir de muchas otras. Si había que improvisar él y yo ya sabíamos cómo nos podíamos entender. Eso es un gran apoyo para estos partidos del principio en los que aún no estamos todos compenetrados al 100%.
