Pontevedra se despide esta tarde del fútbol por unos meses. El equipo granate disputa a partir de las 18 horas el último partido de la temporada ante el Burgos en Pasarón con el objetivo de cerrar la temporada del retorno a la división de bronce dejando el mejor sabor de boca entre los aficionados.

Para no restar competitividad al duelo, el oponente de esta trigésimo octava jornada liguera llega en un gran momento de forma y todavía con cosas en juego, un hecho que permitirá, a priori, ver un partido con todavía tensión competitiva al luchar ambas escuadras por una plaza en la Copa del Rey del próximo año.

Para conseguir este objetivo los dos equipos necesitan obtener los tres puntos. En el caso visitante, su victoria le daría la plaza directa que otorga la quinta posición de la clasificación. En el granate, el triunfo debería verse acompañado de una carambola de resultados en los otros encuentros que disputarán los equipos con más opciones de entrar en el torneo del K.O por el números de puntos conseguidos (obtienen la clasificación los cinco primeros de cada grupo sin contar los filiales y, a continuación, los dos equipos con mayor números de puntos independientemente del grupo en el que jueguen).

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El principal problema con en el que se encuentra Luisito para el partido de hoy son las posibles bajas. Las molestias arrastradas por Kevin Presa, Hugo Rodríguez y Adrián Gómez durante los entrenamientos de esta semana, sumadas a las bajas obligadas de Carnero por lesión y Jacobo por sanción, hacen que la convocatoria del entrenador granate sea una incógnita hasta el último momento en función de cómo vayan evolucionando las dolencias de cada futbolista.

Pese a las posibles bajas, la premisa para este encuentro no será otra que la da brindarle la última alegría a la afición y poner la guinda a una gran temporada que ha superado las expectativas generadas en verano y que desafortunadamente se cierra con una sensación agridulce, fruto de una mala racha de resultados con la que el Pontevedra encadena seis semanas sin ganar.

Rival bien armado

El último visitante a Pasarón de la campaña es un Burgos muy compacto, con pólvora en las posiciones más adelantadas y un claro sistema clásico de 4-4-2 al que en las últimas semanas le están haciendo muy pocos goles.

El Burgos llega a Pasarón tras conseguir la victoria en casa ante el Sporting B (2-1). No obstante, su rendimiento es menor lejos de su estadio, donde llevan dos partidos sin ganar y solo han logrado llevarse los 3 puntos de los estadios de los clubes de la zona baja.

El centrocampista José Fran (7 goles esta temporada) es la principal baja de los burgaleses para este encuentro, un equipo que está dirigido por un viejo conocido de la parroquia granate como Ángel Viadero, entrenador elegido para dirigir al Pontevedra en la temporada 2010/2011 y que acabó siendo destituido después de 9 jornadas por malos resultados.