El Club Cisne consiguió dos puntos de oro y metió en serios problemas al Academia Octavio en el último partido del año. El equipo de Edín Covelo logró batir a los de Vigo en un encuentro muy trabajado que dominó desde el principio sin verse en ningún momento por detrás en el marcador pero en el que costó demasiado manejar las ventajas.

Buen ambiente en el Pabellón Municipal de Pontevedra para recibir el esperado derbi gallego de División de Honor Plata, una cita que escogió el Cisne para homenajear a su portero Toño Lafuente, lesionado hace unas semanas, con una camiseta de apoyo antes de comenzar el encuentro.

El partido comenzó con el Cisne muy serio, llevando la iniciativa en ataque y encontrando portería rival con facilidad mientras el Octavio pasaba por problemas para lograr lanzamientos fáciles o topaba con el poste una y otra vez.

Dos parciales de 4-0 y 3-0 lograron que el cuadro pontevedrés se distanciase en el electrónico hasta una renta de cinco goles gracias a los errores ofensivos de los vigueses, que concedieron varios contraataques rápidos a su rival, y al acierto de un Guille Rial que se fue al descanso con seis goles en su haber.

No obstante, dos exclusiones consecutivas del Cisne en los minutos finales de la primera parte permitieron que el cuadro olívico se acercase en el marcador y llevase el partido al descanso con un apretado 14-13.

El segundo periodo fue de gran emoción. Tras unos intensos 10 minutos de intercambio de goles, Guille Rial consiguió poner a su equipo tres gol por encima al batir a Lloria por novena ocasión para poner el 21-18. Esa ventaja fue prácticamente insalvable para los de Cerillo, que si bien pudieron reducir distancias jamás lograron acercase más a pesar de jugar los últimos dos minutos en superioridad numérica por exclusión de Álex Chan.

El acierto de Rial (10 tantos) y la fortaleza por dentro de Cuadrado fueron demasiado para un Acamedia Octavio que tuvo en Lloria su principal valuarte para llegar con vida a los últimos minutos.