El Teucro sumó su quinta derrota consecutiva de la temporada ante un Balonmano Aragón que sigue luchando por evitar el descenso. Los pontevedreses cayeron ante una gran defensa del conjunto local en la primer parte, que le permitió a los maños abrir una brecha en el marcador de 7 goles que sería determinante. El equipo zaragozano dejó en tan solo diez tantos a su rival en los primeros treinta minutos, marcando un parcial de 17-10 que supo administrar convenientemente tras el descanso para conseguir una cómoda e importante victoria.

Y es que ya avisaba Quique Domínguez que los maños tenían este partido marcado en su calendario. "Somos unos recién ascendidos y creen que si hay un partido que tienen que ganar es este", afirmó. Así, fue, por primera vez en esta temporada los locales cuajaron un partido defensivo de alto nivel que impidió la reacción del Teucro.

Los azules salieron al parqué más centrados que el Aragón y gracias a unos buenos minutos defensivos lograron ponerse por delante hasta con dos tantos de ventaja (0-2 y 2-4) porque los maños buscaban sistemáticamente a su pivote, Pedro Fuertes, que estaba férreamente marcado y bastantes de esos pases eran interceptados.

El Teucro movía con velocidad el balón en ataque y eso provocaba huecos en la defensa maña que eran bien aprovechados por el conjunto de Quique Domínguez, pero las cosas cambiaron cuando el Balonmano Aragón comenzó a ajustar mejor su defensa.

El equipo del que es entrenador-jugador Demetrio Lozano, con una mayor actividad atrás comenzó a cortocircuitar lo que hasta entonces había sido un fluido juego de ataque del Teucro y le dio la vuelta al marcador en el minuto 11 (5-4) aunque durante los siguientes minutos el marcador estuvo equilibrado.

Lozano apostó en ataque por sus hombres pequeños y la velocidad de estos desbordó lo que había sido un sistema defensivo fiable en los azules.

Además, en defensa, los locales situaron a los para aprovecharse de su movilidad para hacer un marcaje individual sobre Chapela, provocando que sobre la bocina de la primera parte el marcador llegase a la máxima diferencia del partido en el momento, con siete goles (17-10).

Con la confianza que da un marcador holgado el BM Aragón jugaba fluido y llegó incluso a tener hasta nueve tantos de renta (20-11) en el minuto 34.

A partir de ahí los locales estiraron sus posesiones en ataque pero a veces pensando más en dejar pasar el tiempo que en mirar la portería rival, lo que les supuso perder bastantes balones en ataque aunque enmendaban los errores ofensivos con una férrea defensa que al Teucro le costaba superar y que aunque los azules rebajaron la diferencia nunca tuvieron opciones a la victoria.