El Somozas acudía a Las Gaunas con la confianza que le daban sus magníficos resultados en sus tres últimos desplazamientos (dos victorias y un empate). Merced a su trabajo, su orden y su capacidad, para además de desquiciar a su oponente, aprovechar una de sus tres ocasiones y llevarse un triunfo merecido. El que se lo tiene que hacer mirar es el UD Logroñés, pero eso no es asunto de un Somozas que tiene razones para estar satisfecho con lo exhibido en el campo municipal.

De hecho, salvo los primeros minutos en los que la UDL trató de imprimir otro ritmo al juego, darle más velocidad a sus acciones, el Somozas supo revertir una inercia no muy positiva para incluso estar más asentado. Una victoria de mérito, la de un Somozas que supo sufrir tanto al principio como después de colocarse por delante en el marcador.

De poco le sirvió el dominio, la posesión a una UDL ofuscada, precipitada, poco hábil con la pelota, que no supo alternar el juego interior con el exterior y sin profundidad ni remate. Excepto los citados minutos iniciales en los que el Somozas estaba demasiado atrás, el resto del duelo se jugó a lo que quiso el conjunto verdiblanco.

Ansiedad local

El empate al descanso exigía a la UDL paciencia. La misma que debía tener el Somozas para salir a la contra y presentarse ante Miguel. Dos avisos. Nervios, precipitación. Ansiedad en los locales. Querían ganar, pero les faltaba tranquilidad.

Como era de esperar, el Somozas insistía y obtuvo la recompensa. Córner y gol de Añón a 12 minutos del final. Ahora venían las prisas en la UDL. Y ya se sabe que no son buenas consejeras. Centros, abusos de pelotazo largo con la idea de meter al Somozas en su área. Perfecto. Pero faltó claridad en los envíos y, mucho más, en los remates.