La afición del Pontevedra tendrá pocas oportunidades de ver a su equipo en Pasarón este mes pues tras un pasado octubre en que los granates jugaron tres partidos en el estadio granate, los de Luisito sólo podrán jugar en Pasarón un único encuentro de los cuatro a disputar en noviembre.

El choque ante el recién ascendido Izarra dentro de dos semanas será la única vista en un mes en que los pontevedreses deberán coger el autobús en tres ocasiones, siendo el viaje a Tafalla (Navarra) el más largo de todos.

Después de un memorable mes de octubre en el que los pupilos de Luisito lograron cuatro victorias en cinco partidos, la entidad pontevedresa se enfrenta ahora a un periodo de competición que, sobre el papel, es más asequible por rivales que lo que ha tenido que afrontar hasta ahora.

Dos recién ascendidos y dos filiales son las próximas citas de un Pontevedra que en estos momentos tiene más puntos en la clasificación que tres de sus cuatro rivales y los mismos que el Sporting de Gijón B. Tras la contienda de Gijón los granates deberían volver a jugar en casa, pero el calendario le ha deparado dos partidos consecutivos como visitantes a los de la ciudad del Lérez. No obstante el desplazamiento es de los más cortes del curso y el equipo cerrará el mes jugando en Barreiro contra un Celta de Vigo B que en su estadio a logrado las dos mayores goleadas de todo el grupo esta temporada.

Cuando acabe noviembre al Pontevedra sólo le quedarán cuatro jornadas más para poner punto y final a la primera vuelta y será el momento, una vez jugados al menos un partido contra todos los equipos de la liga, de hacer valoraciones y comprobar en qué lugar esta el equipo a la hora de calibrar si el objetivo de la permanencia le queda o no pequeño a los de Luisito.

El de la Cultural Leonesa en el Municipal Reino de León será, a priori, la más complicada de todas las citas que a los granates les quedan hasta volver a enfrentarse ante el Guijuelo en el inicio de la segunda vuelta allá por el mes de enero.