Nuevo desastre del Pontevedra a domicilio, y de nuevo con polémica arbitral, en un campo pequeño, con moqueta, los lerezanos estuvieron siempre incómodos y acabaron derrotados por un penalti más que dudoso. Y es que el Manzanares no va de farol en este play off de ascenso. Derrotó al Pontevedra gracias a un tanto de Carlos Arroyo de penalti, justo premio a su constancia y su esfuerzo, eso sí.

El público llenó el estadio y premió a los suyos con una atronadora ovación. Los dos equipos afrontaron el partido con muchas precauciones. Hubo pocas alegrías y riesgos los justos. El balón quemó en los pies y cada ataque acababa casi antes de empezar. Los porteros se convirtieron en meras figuras decorativas, pero tras el polémico penalti del 1-0, en especial una oportunidad de Tubo que acabó en el palo a punto estuvo de suponer la alegría pontevedresa. Se repite la historia de La Palma, al menos con la ida, esperemos que no con el desenlace.

En el primer periodo, el Pontevedra estuvo demasiado remiso en el ataque. Se vio un primer periodo con muy poquito fútbol, sin ocasiones claras y con muchas interrupciones. Se preocuparon más los dos conjuntos en mantener su portería a cero que en buscar el arco rival. Eso sí, el Manzanares llevaba la iniciativa en la medular en unos primeros quince minutos sin demasiadas ocasiones. La más importante, un disparo de Santana que paraba Edu en el minuto siete.

Conforme avanzaba la primera mitad, los dos equipos intentaban quitarse los nervios y la presión de la eliminatoria, a pesar de que las defensas se imponían con claridad a los ataques. El equipo granate llegaba por vez primera vez al marco rival a los 31 minutos, en una buena penetración por la banda izquierda con centro al área, dejada de Pedro en la frontal y chut colocado de Centrón que atrapaba con seguridad el meta manchego.

El Manzanares volvió a tomar la iniciativa en los últimos quince minutos, creando ocasiones importantes como un disparo alto de Santana a los 33 minutos en un lanzamiento de falta directa. El Pontevedra no bajaba tampoco los brazos, y una buena oportunidad gallega se producía a los 35 minutos en un disparo de Jorge que salió desviado. De ahí hasta el descanso, fueron los de casa los que se acercaron más al marco adversario, y así a los 38 Martín dispara fuera, y ya en el borde del descanso era Moraga el que disparaba y un zaguero del Pontevedra salvaba in extremis.

El segundo tiempo comenzó con un Pontevedra más atrevido. Buscó la iniciativa y pasó a dominar el partido en los primeros compases. En la recta inicial una jugada de Jorge terminaba con un disparo que se estrelló en el palo, la primera gran oportunidad de los galaicos. Eso llevó la intranquilidad a las gradas del José Camacho.

Guillermo veía que los suyos aflojaban en tensión e intensidad en el medio campo y supo en el momento justo sustituir a un Roberto Santana que había hecho un gran esfuerzo por David Sevilla. El cambio fue acertado. El Manzanares tomó la iniciativa y así en el minuto 57 Juanpe cabeceaba un balón alto. Se disputaba el minuto 64 y Martín combinaba con Sevilla. Este fue derribado en el área por Anxo, en una jugada muy dudosa. El árbitro, en un principio no pitó nada, pero reaccionó al instante gracias a que su auxiliar le había señalado el punto fatídico. El penalti lo lanzaba Carlos Arroyo, que marcaba y llegaba la algarabía a las gradas. Protestas inútiles en el bando gallego.

El Pontevedra supo mantener su prestigio dentro de la cancha. Reaccionó y quiso irse al ataque. El técnico del Manzanares también supo reaccionar y sustituyó a Moraga por Chule. Los gallegos apretaban y tuvieron algunas ocasiones, pero la fortuna estuvo del lado del Manzanares. La suerte jugó su baza y en esta ocasión los de Guillermo Alcázar la tuvo a su favor.

El Manzanares no se rendía y cuando se disputaba el minuto 68 era Pirri el que a punto estaba de sorprender.

El partido era un toma y daca constante. El conjunto de Luisito volvió a tener una clara ocasión por medio de Tubo, que mandó un balón al palo después de recoger un pase en largo y superar por arriba al meta manchego en su salida. A puerta vacía, solo el poste evitó el gol lerezano, una pena. El Manzanares supo aguantar bien los minutos finales y acabó el partido con un gran resultado que deja todo abierto para el partido de vuelta.