Sin apenas tiempo para lamentos tras haber desperdiciado la opción de subir directamente, el Portonovo mantiene su deseo de recuperar la categoría mediante una eliminatoria cuyo premio es incierto. Los arlequinados se miden hoy al Laracha en el partido de ida (Municipal de Laracha, 18.00 horas) de una promoción que no garantiza el salto de categoría aunque se gane debido a que va vinculada directamente a que los equipos gallegos que pelean por Segunda B dejen hueco en el grupo gallego de Tercera.

Los de Ricardo Fernández acuden a esta promoción de los cuartos con una mezcla de decepción por el fiasco de la última jornada de liga y el escepticismo de que ésta vía tenga éxito por eso de que el ganador no dependa de sí mismo para ascender. El técnico de los arlequinados, que a lo largo de la semana ha reconocido que "nadie se esperaba un desenlace como éste", es consciente de que los suyos jugarán "sabiendo que es complicado ascender".

Para este primer partido (la vuelta será el próximo fin de semana en Baltar), el conjunto tendrá que olvidarse de sus dos últimas jornadas ligueras, en las que firmó un empate con el Sanxenxo (1-1) y una dolorosa derrota en casa del Arenteiro (4-2) para reencontrarse con el camino de la victoria, resultado que experimentó en 20 partido de la temporada regular.

Por su parte, el adversario, que con 69 puntos concluyó la campaña con un punto menos que el Portonovo, alcanza esta fase en una dinámica totalmente opuesta. Bajo la dirección de Manuel Mosquera, el conjunto coruñés logró una recta final de campeonato que impresiona. De los 11 últimos partidos empató dos. El resto, victorias que le llevaron a culminar la competición en sentido ascendente. Algo que se convierte ahora en una de sus principales bazas.

Por otro lado, la categoría también está pendiente de lo que sucede en la promoción de los terceros clasificados. En ésta se miden Arosa y Bertamiráns. El partido de ida es esta tarde en el campo de A Lomba a partir también de las 18.00 horas.