El Pontevedra llega a una fase de la liga en la que cada partido es una final anticipada ya que solo quedan diez jornadas para la finalización del campeonato. Los granates ya no dependen solo de sí mismos para lograr el objetivo de jugar la fase de ascenso, sino de lo que puedan hacer sus rivales directos.

Los empates cosechados en Somozas y Barreiro han fortalecido anímicamente a los hombres de Milo Abelleira, pero ahora hace falta comprobar si esa reacción del equipo en esos campos es real o solamente se trata de un hecho esporádico, y para ello van a tener que superar un examen complicado, pues se enfrentarán en las tres próximas jornadas a tres rivales ante los que solo fueron capaces de sumar un punto en la primera vuelta.

En las tres próximas jornadas, con dos partidos en Pasarón, y uno en Carballo, los de Milo Abelleira tienen la posibilidad de volver a los puestos de play-off, ya que solo está a tres puntos del Deportivo B que es cuarto en la clasificación, y a cuatro del Compostela.

Los granates realizaron en Barbadás el peor partido de toda la temporada ante un rival que acababa de ascender de categoría y que llegaba al partido muy necesitado de puntos. Perdieron por dos a cero, pero la derrota pudo ser más amplia, pues es equipo pasó totalmente desapercibido.

En la jornada siguiente, el Pontevedra no mejoró su actuación anterior y cedió un punto frente al Bergantiños, que a priori llegaba como la víctima propicia para recuperar la confianza de la afición. El tercer castigo fue en Órdenes, en donde perdió por tres a cero y dejando muchas dudas entre los aficionados que se desplazaron a la localidad coruñesa.

En estos momentos, el Pontevedra no se puede permitir el lujo de perder alguno de los nueve puntos en juego, tiene la obligación de ganar los tres encuentros para tener posibilidades de llegar al final de la competición con opciones a meterse de nuevo en el play-off.

Por mucho que digan los miembros de la plantilla, el conjunto granate tiene que alcanzar una de esas primeras cuatro plazas, de no conseguirlo sería un fracaso a nivel deportivo, pues en Vigo demostró que está capacitado para hacerle frente a cualquier rival y si no lo hace es porque no afronta los partidos con la mejor actitud.

A partir de mes de marzo, el Pontevedra va a jugárselo todo ante rivales directos, pues hay que recordar que visitará los campos de As Pontes y Deportivo B, que son séptimo y cuarto clasificado, respectivamente, pero además pasarán por Pasarón otros dos gallitos como la SD Compostela y Racing de Ferrol, que a esas alturas de la temporada ya tendrá asegurada su presencia en la fase.

Los de Milo Abelleira tienen el domingo la posibilidad de alcanzar su mejor racha de resultados si logran sumar ante el Barbadás, pues serían seis jornadas consecutivas sin conocer la derrota, algo que no sucedió en toda la temporada, ya que en la anterior vez lo hicieron durante cinco partidos, mientras que en la anterior el récord se quedó en siete.