La victoria en el campo del Bande tuvo varias lecturas fortalecedoras para la UD Ourense. Con los tres puntos se tocó por segunda vez puesto de ascenso en lo que va de liga tras un doble adelantamiento. Debido a la rivalidad entablada la pasada temporada y al potencial de los blanquivioletas, el vestuario y los aficionados celebraron con entusiasmo un triunfo que también puso fin a uno de los síndromes que estaban marcando los primeros meses. Los unionistas no habían ganado sobre césped sintético y el domingo se quitaron esa espina.

A la conclusión del partido de Outeiro, el entrenador de la UD Ourense, Fernando Currás, le restaba relevancia a esas tendencias que al fin se cortaron. "Tenemos que aislarnos de esos rollos. Nosotros tenemos que saber lo que hacemos, dónde tenemos que mejorar, y nuestra obligación es que la afición cada vez se identifique más, si es que no lo está ya, porque la verdad es que es una pasada". Currás recalcó su confianza máxima en el esfuerzo de la semana y en la progresión: "Hay que mirar para adentro y seguir trabajando como trabajamos todos los días. La gente, se lo puede creer o no, pero es el secreto de este equipo. Vamos a seguir apostando por ello, a mejorar cosas y a crecer día a día, que luego se va a ver los domingos porque estoy seguro de que el equipo tiene que ir a más".