Desde su salida hace seis años de la presidencia de Club Deportivo Ourense, Juan Pérez ha vuelto a disfrutar del fútbol desde el prisma del aficionado. Lejos quedan ya los agobios por una eterna crisis financiera que él siempre creyó que tenía solución, aunque fuese a cambio de anclarse por un tiempo en Tercera División. Lo que sí perdura es una pena infinita por la desaparición de un club en el que tanta gente invirtió sentimiento, trabajo y dinero.

Al estadio de O Couto solo ha vuelto con motivo de una final de Copa Diputación del Polígono. "Nunca me retiraré del fútbol. Desde que aquel Pontevedra del "Hai que roelo" me metió el gusanillo, sigo el fútbol. Voy todos los domingos a ver un partido por lo menos, sea de la categoría que sea, y después la televisión también nos emborracha de partidos a todas horas. Ahora, en plan de responsabilidad, ya tuve bastante y considero que hay que dejar pasar a gente nueva", confiesa. Este año amplía la agenda con las benjamines del Rosalía Bosco.