Doce meses después de colgar las botas en el Barbadás, tras un periplo por el Maceda, Atlético Ourense, Ourense B, Ponte, Lemos, Sporting Celanova, Verín, Arenteiro y Lalín, Nacho Currás llega al banquillo con 38 años. Debutará como segundo del nuevo entrenador unionista, su hermano Fernando Currás. Por expreso deseo de ambos se han vuelto a reunir en O Couto, donde empezó el fútbol para ellos.
- ¿Le ha costado dar el paso de los banquillos?
- Lo tenía claro. Siempre me gustó, el fútbol en general y entrenar en concreto. Desde que mi hermano se metió a entrenar en Melilla, hablaba mogollón con él sobre fútbol, pero ya de jugador me gustaba mucho y me atraía el banquillo. Aprovechando que se dio la posibilidad de hacer en Ourense el curso de Nivel 3 pensé en sacarlo y en el Barbadás también me animaron porque querían que fuera el entrenador.
- ¿Qué le hizo tomar esa decisión?
- Dije que no a entrenar en Tercera y preferí ir de segundo por mi hermano. Es un profesional, le gusta mucho el fútbol y también quiero aprender. Entrené a niños, pero hacerlo en Preferente y en un club como este puede ser muy bueno.
- ¿Tiene algo de malo coincidir con un hermano en el banquillo?
- Todo bueno. De hecho, no iría de segundo con ningún otro entrenador porque soy una persona que tiene mucho temperamento en el fútbol. Fernando y yo pensamos muy parecido, vemos el fútbol de una forma muy parecida, y nuestra relación ya no es solo de hermanos, es de colegas, nos llevamos muy bien y por eso acepté.
- En O Couto se le conoce como jugador. ¿Qué ofrece como entrenador?
- La pasión que le pone. A veces hasta es un poco pesado porque lo vive mucho. Entrenas a personas, más allá de que hay que trabajar técnica y tácticamente para tener unos conceptos que ayudarán a ganar o a no perder. El entrenador es el que tiene que no perder los partidos y, los jugadores, los que tienen que ganarlos. Fernando le da mucha importancia al jugador y más todavía a la persona para crear el modelo de juego en el que él cree. Lo que más le gusta es que el jugador crea en lo que hace. Después hay que darle las herramientas para que lo haga, pero cree mucho en las relaciones humanas y yo también creo que es fundamental.
- ¿Le motiva volver a O Couto en primer línea?
- Sí claro. Fuimos socios del Ourense desde alevines él y yo desde benjamines. Después vino el Atlético Ourense y siempre es un aliciente ir al estadio de la ciudad. Y después está la masa social que arrastra el club. No es lo mismo jugar ante 100 que ante 1.000 personas. Eso tiene que ser un acicate para hacerlo mejor aún.
- ¿Qué perfiles de refuerzos se están buscando?
-Además de que reúnan determinadas características técnicas y tácticas, sobre todo queremos a jugadores que crean en el proyecto y que estén ilusionados. El que vemos que tiene dudas lo mandamos para atrás. Queremos a gente que tenga ilusión, ya no digo la misma que nosotros, pero sí que confíen en hacerlo lo mejor posible y en luchar por estar arriba por lo menos. Lo primero de lo que les hablamos es de que es una responsabilidad muy grande por la cantidad de gente que hay detrás y porque este club solo puede crecer.
- ¿El aficionado puede ilusionarse con el equipo que se hará?
- Sí. Estamos aún montando el esqueleto, tenemos opciones muy avanzadas con jugadores que conozco y creo que vamos a hacer buen equipo.
- Casi está definido el grupo sur de Preferente. ¿Qué le inspira?
- Llevaba once años en Tercera antes de retirarme, pero siempre tienes algo de información. Depende del Arenteiro. Lógicamente, si no asciende intentará hacer un proyecto para volver a intentarlo. El Bande tiene un equipo muy interesante, por la zona de Vigo siempre depende de las hornadas del Celta B pero son buenos equipos y están clásicos como el Estradense.
