- Sexto año en la máxima categoría para Manolo Codeso.

- Me gusta ir año a año y tengo claro que seguiré hasta que el presidente y las jugadoras quieran y me encuentre con ganas para entrenar. Este año me hace una ilusión extra porque habrá muchas caras nuevas, de jugadoras jovencitas, por lo que será como empezar de cero. Es como ir cuatro años hacia atrás y trabajar para conseguir otra buena generación.

- ¿Le motiva tenerlo cada vez más difícil?

- Lo que más me gusta del club es ver crecer a las jugadoras. Este año Candela tiene que ser una jugadora top. Llevamos tres o cuatro años trabajando con ella y debe coger protagonismo. No es Vanessa, no se le pide eso, pero tiene estilo propio y estoy seguro de que va a darlo todo porque la necesito más que nunca. Lo mejor es que, pase lo que pase cada año, nos presentamos con 14 o 15 jugadoras. Hay base y base, aunque está claro que no están hechas. Desde que el equipo quedó subcampeón hemos perdido a muchas. Estaba disfrutando con el equipo, la pena es que solo fueron dos años. Ahora hay que trabajar para volver a disfrutar. El problema es que cada vez tengo más edad (risas).

- ¿Cómo soportarán dos bajas en plena columna vertebral?

- Me quedo con un equipo bueno, de cinco o seis jugadoras buenas, y las demás, también tienen mucha calidad, aunque sabemos que la Primera División exige mucho. Ana, Iria, Sonia o María Arias son jugadoras buenas, de las que les gustaría tener a cualquier equipo, pero para estar entre los mejores tienes que plantilla y no solo equipo. Las jóvenes tienen que aprender, saber que van a fallar. Habrá muchos partidos en que lo harán, y yo seré el responsable. Sé en qué partidos tienen que fallar y espero que la gente sea comprensiva. No digo que vaya a haber goleadas, pero no se competirá tanto como en años anteriores. Para que crecieran las buenas jugadoras de este equipo tuvimos que pasar por esto hace unos años. Iria, Vanessa, Ana o antes Lucía Nespereira no se hacen de un año para otro. Hay que volver a sufrir mucho para conseguir 30 puntos, como pasaba en las primeras temporadas.

- ¿Qué recomendación le dará a las debutantes?

- Voy a subir a cuatro jugadoras del filial. Amelia, que tiene 15 años y en la que tengo muchas esperanzas, Clara y Sequeiros, de 16, y Laura Risco, que tiene 17. Puede ser una generación buena, con la que habrá que tener paciencia. Que se fijen en cómo han crecido Iria, Ana o Vanessa, que aprovechen las oportunidades, porque las van a tener, y sobre todo tienen que creérselo. Si están en Primera es porque valen, que yo no regalo nada. Sé dónde van a fallar las niñas y sé dónde van a llorar y a sufrir. Sé donde tengo que meterlas para que se equivoquen, en ese partido en concreto y no en otro. Me da igual perder de seis que de dos contra el Atlético de Madrid, por ejemplo.

- ¿Se sabe las fechas del derbi?

- Lo primero que miras cuando sale el calendario es cuándo cuadra el derbi, aunque este año, sinceramente, me fijé más en la jornada en que nos enfrentamos a Vanessa, que es en la cuarta. La quiero un montón, ojalá que le vaya genial y que vuelva para Ourense campeona de todo, pero el partido con el Alcorcón será muy especial.

- ¿En qué mitad de la clasificación ve al Cidade das Burgas?

- Ahora mismo, siendo sincero, podemos quedar entre los otros primeros, pero no quiero que se sientan presionadas por eso las jugadoras. Lo primero es salvarse. Hay que conseguir la permanencia y, si sale todo como tengo pensado y las jugadoras dan lo que creo que pueden dar, se puede estar arriba. Lo que pasa es que hay jugadoras que no sabes cómo van a responder hasta que las veas en las primeras jornadas de liga. La División de Honor es una competición dura, aunque ellas tienen calidad. Este año, quedar entre los ocho primeros, sería hacer mejor temporada que el subcampeonato de hace dos o lo del año pasado.