- ¿Qué le ha motivado para fichar por el Arenteiro?

- El entrenador, Manel Vázquez, se puso en contacto conmigo ya las pasadas Navidades demostrando interés. Después piensas en un proyecto que puede ilusionar en O Carballiño, con la intención de pelear por las posiciones bonitas. A eso se le añade los nombres que se barajaban, muchos compañeros y amigos. Aunque el motivo principal es que, después de tres años por Galicia adelante, se me hacía muy difícil ver a la familia. Al compaginar el fútbol con otras actividades, apenas los veía. Los años pasan, los primos y las abuelas se hacen mayores y tenía ganas de echar más tiempo aquí y esto me lo va a permitir.

- Se acaba un exilio forzoso, ¿o pudo haber regresado antes?

- Hubo posibilidades de volver antes. Hay ocho mil equipos de Vigo y A Coruña y me duele que de Ourense haya pocos equipos en Tercera porque mi sensación es que hay muy buenos futbolistas. Con el Barbadás hablé, pero obviamente priorizo seguir viviendo en Santiago y las opciones de venir pasaban por vivir en Ourense. En el caso del Arenteiro, me permite hacer vida en Santiago, con opciones laborales, y el fin de semana acercarme. Ya estoy curado en salud de la carretera y como me presta mucho escuchar música aprovecharé el tiempo.

- ¿Qué ha percibido en estas primeras semanas?

- La sensación es que es un sitio con afición. El día de la presentación había gente y parece que está cercana al club, muy pendiente. Se agradece que echen una mano. El trato es muy cordial. En cuanto a los futbolístico, poco me tienen que demostrar los jugadores que hay. Recuerdo a Dani Chimpín desde pequeño en el Pabellón con mucha calidad. Arce es un fenómeno, Carlos igual. Los que conozco tienen un nivel muy bueno y con los que no conocía me he llevado una sorpresa grata por la calidad y el compromiso de entrenamiento. El ambiente es muy bueno, es un grupo hecho, y la acogida ha sido inmejorable. En el tiempo que llevamos solo tengo buenas palabras.

- ¿Hay ganas de este primer amistoso contra el Ribeiro?

- Hablando con compañeros, comentan que les fastidia el entrenamiento sin competición los fines de semana. Yo sin embargo lo llevo de otra manera. Quiero encontrarme físicamente bien lo antes posible. Lo de competir es a medias. Lo importante ahora es cargar las piernas para cuando empiece la liga, que es el partido que hay que ganar. Es verdad que el fútbol son sensaciones y mejor llegar ganando todos los amistosos que perdiéndolos, pero hasta el 28 de agosto lo principal es coger sensaciones y los conceptos que pide el entrenador.

- ¿Se atreve con la palabra ascenso?

- Igual se me enfadan en el Arenteiro, pero si bajo a Preferente es con toda la intención de poner todo de mi mano, y estoy convencido de que mis compañeros también lo harán, para intentarlo. Otra cosa es que seamos un equipo al que se le exija promocionar o ascender, pero el proyecto ilusiona y las ganas son de luchar por hacerlo lo mejor posible, sin la presión de la exigencia pero con la ilusión de amarrarse lo más arriba posible.

- ¿Tiene alguna referencia próxima de la categoría?

- Solo jugué dos o tres partidos con el filial del Ourense en Preferente. Tengo alguna referencia por compañeros, pero también me ilusiona, después de tantos años en Tercera, ver rivales nuevos. Me apetece jugar contra gente que no conoces. Es como si te exigiera estar más concentrado.

- Hay otros cuatro equipos ourensanos en la liga.

- Cuando pita el árbitro el principio del partido, me da igual el rival que sea. Cuantos más equipos ourensanos haya lo más arriba posible, mejor. Ojalá hubiera varios en Segunda B y en Tercera.

- ¿Qué le evoca Club Deportivo Ourense?

- Me queda morriña. Me alegra ver que la UD Ourense está intentando cubrir ese hueco. Pienso en el Ourense y lo echo de menos, un equipo con historia, representativo de la provincia, importante para la ciudad y para Galicia y que tenía una afición que le respaldaba. Un club tiene valor en base a los aficionados que tiene. Ves equipos en la Champions con dinero que son efímeros y en tres años vuelven a nada y lo que hace grandes es tener respaldo y tener un sentimiento y el Ourense lo tenía. Espero que el equipo de la ciudad que más respaldo tenga de la afición consiga recuperar esa sensación de equipo de Ourense, que quedó un vacío.