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fútbol - Segunda Autonómica (F)

La prueba de valor de Sara

La portera unionista, que jugó con una fisura en el radio desde el calentamiento, lamenta perderse un tramo decisivo de la liga

Sara García. // Yedra Seara

Tres semanas más con el brazo en cabestrillo. Es el diagnóstico que recibió ayer la portera de la Unión Deportiva Ourense Sara García Dopazo, de 22 años de edad, para recuperarse de una fisura en el radio de su antebrazo derecho. Es justo el tiempo que queda para el partido que puede decidir en gran medida el ascenso a la Primera Autonómica del femenino unionista.

"Podría estar mejor", asegura al referirse a su estado de ánimo, entre la rabia y la frustración, porque ese 3 de abril entraba en el primer plazo que le habían dado para una posible reaparición. "Estar lesionada no es bueno, pero no vas a estar llorando todos los días. La procesión va por dentro", reconoce.

La tortura empezó el pasado 21 de febrero en Aldán, en el calentamiento del partido contra el Rápido Bahía. "Fue en un remate en el área. Me tiré y doblé la muñeca hacia atrás, pero jugué igual porque no me imaginé lo que tenía. El dolor era fuerte, pero aguanté porque como venía de una lesión de rodilla y era mi primer partido, quería jugar. Después, en la placa que me hicieron, salió lo de la fisura".

El inoportuno percance le obligará a seguir sumando desde fuera: "Hay que estar lo más cerca posible del equipo. Tocar ir a los partidos, quedarse en la grada, pero para nada abandonar el grupo". Sara considera que la UD Ourense debe llegar con el mayor colchón de puntos a la antepenúltima jornada, en la que les toca visitar al ahora líder Portonovo. "El Vilariño es el equipo más peligroso, pero tiene que venir a nuestro campo y el de Portonovo es el partido más duro que nos queda fuera de casa. Cuantos más puntos llevemos allí, mejor".

Sara se enroló en la UD Ourense porque conocía a jugadoras del Barbadás que hicieron ese camino tras la disolución del equipo y porque el entrenador, Rubén García, se la pidió para la portería: "Habló conmigo y me costó decidirme porque no había jugado nunca al fútbol, pero por echar una mano me animé y estoy muy contenta y me está gustando mucho. Si no fuera por las lesiones, sería perfecto", explica la que hace cuatro años fuera portera en las secciones de fútbol sala del Ponte.

Sara elige optimismo antes que cautela al valorar las opciones de ascenso. "Vamos a acabar primeras. Es lo que deseamos. Viendo el equipo que tenemos, es a lo que debemos aspirar, lo que pasa es que tuvimos muchas bajas, que si no hubiera sido más sencillo". Entiende eso sí que sería un error imperdonable caer en excesos de confianza: "En la primera vuelta nos confiamos un poco al ver los resultados abultados, pero en la segunda hay que estar al 100 % en todos los partidos. No podemos perder ningún punto". Y pide el apoyo de los unionistas: "Estaría bien que, siendo el único equipo femenino de la ciudad, la gente se animase a ir a vernos. Estar arriba no es fácil y trabajamos mucho por la semana. Que haya gente animando es bueno y se agradece. Te motiva más".

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