Corría el minuto 90 del partido que colocó a la UD Ourense en puestos de ascenso cuando O Couto enmudeció ante los gestos de alarma que llegaban del área del Arnoia, hasta la que había subido Omar para rematar un ataque. Al hacer el apoyo tras un disparo forzado se dañó la rodilla. La gravedad de la escena duró apenas dos minutos y dio paso a otra más tranquilizadora, todo el banquillo haciéndole aspavientos para que no volviese al campo porque ya había sido sustituido por Fran. Omar ha aprendido a convivir con una desagradable luxación de rótulas desde que jugaba en infantiles. "Hace varios años que se me salen del sitio las rótulas de las dos rodillas y se me ha generado una artrosis en ellas. Estoy esperando fecha para operarme", apunta el centrocampista .

Ha consultado a diversos especialistas su extraño caso y no ha obtenido un diagnóstico definitivo: "Al principio no sabían ni qué decirme. Ahora me dicen que es una cosa rara en una persona joven y que no se sabe a ciencia cierta a qué se debe. Tampoco sé si es mejor que me opere ahora o cuando deje el fútbol. Sigo consultándoselo a varios médicos". Las luxaciones le sobrevienen "un par de veces por temporada", aunque la del pasado domingo fue "poca cosa", aunque siempre desagradable: "Se sale y vuelve a entrar, pero cuando hace ese movimiento es doloroso". Omar reconoce que se ha acostumbrado, por eso no dudó en volver al campo a defender el resultado: "En frío se me hincha la rodilla, pero en el momento no hay problema. Me puede pasar en cualquiera de las dos, es indiferente".

Omar se perderá el encuentro de este domingo en O Cruceiro contra el Palmés (16.00 horas), un partido que coincide con un punto álgido en el capítulo de bajas: "Con todos los que faltamos vamos a andar bastante justos, pero no vale de nada ganarle al Arnoia o al Loñoá si pierdes en Palmés", indica el jugador en referencia a la relevancia de los puntos.