El técnico rojillo reconoció que se iba de El Val con sensación agridulce por "haber hecho casi todo bien, haber superado en juego al rival y haber gozado de las mejores ocasiones del partido, aunque si llega a entrar ese último remate que dio en el larguero, nos hubiésemos ido de aquí con cara de tontos. Acabamos jugando con un centrocampista como central, no solo para salvaguardar a Campillo de una segunda tarjeta, sino con la intención de mantener el control del juego y buscar la victoria hasta el final".

Luisito se mostró "contento y orgulloso" de la entrega de sus futbolistas y por el fútbol que propusieron: "Jugamos muy bien, fuimos muy superiores al Alcalá, pero si fuera de casa fallas tres goles, sobre todo dos sin portero, lo más normal es que acabes perdiendo". Incidió en la injusticia del resultado: "Sabíamos que el Alcalá tenía mucha ansiedad, pero nosotros también estábamos fastidiados por la manera en que perdimos contra el Sanse y hoy el equipo demostró que si algo tiene es orgullo. Se plantó aquí independientemente de que el campo estuviera mal, bajó el balón, hizo un fútbol creo que muy bonito y creó ocasiones continuamente. El que no viera el partido que piense que el 0-0 es un resultado totalmente injusto porque si alguien mereció ganar fuimos nosotros".

Luisito matizó que no se puede despreciar el punto: "Más no se puede hacer. Vas fuera de casa, propones todo para ganar, pues como mal menor no perder. Es un punto de oro porque estamos desde el noveno hasta el Guijuelo apelotonados, es una carrera de fondo y hay que seguir trabajando. Debemos ser fuertes mentalmente y no renunciar a lo que sabemos hacer, que es jugar bien al fútbol".

Luisito no entendió las reiteradas quejas de su colega Antonio Acosta a la labor arbitral: "Echar la culpa al árbitro no sería justo porque estuvo muy bien. Es cierto que pudo mostrarle la segunda tarjeta a Campillo en esa falta, pero también lo es que la primera la ve por una mano que no puede evitar. Es un defecto del reglamento que perjudica a los defensores. Hubiera sido muy injusto que Campillo hubiera sido expulsado cuando solo hizo una falta".

No desaprovechó la oportunidad de reconocer que "el equipo está muy entregado, podemos hacerlo mejor o peor, pero siempre tratamos de proponer un fútbol vistoso dentro de las posibilidades que tenemos con un presupuesto más acorde a la Tercera División. Estoy muy orgulloso de mis jugadores, porque están haciendo todo lo que les pido y, pese a las dificultades, cada vez estamos más cerca de mantener la categoría".

En cuanto a los cálculos para la continuidad en Segunda B, el técnico del Ourense apuntó que "con dos partidos ganados más aseguramos la permanencia, pero lo único que me obsesiona ahora es ganarle al Salamanca el domingo. Venía con toda la ilusión de ganar aquí, hicimos todo lo posible, conseguimos un punto, tenemos 39, quedan 24 e iremos partido a partido".