No hubo incidentes ni antes ni después del encuentro, que hayan trascendido al menos, pero sí a la conclusión del mismo. Cuando varios efectivos policiales procedían a detener a un aficionado céltico, dicen algunos que con visible fuerza, otros seguidores, identificados por las fuentes como miembros de Celtarras, procedieron a arrojar botellas y diversos objetos a los miembros de las fuerzas de seguridad. Todo sucedió en la explanada de Tribuna. Los policías procedieron a cargar en dirección a Manuel de Castro hasta dispersar a los revoltosos. Cinco agentes de seguridad resultaron heridos y se practicaron en total tres detenciones.

La batalla campal, aunque no fue de larga duración ni excesivo alcance, dejó también varios desperfectos materiales como un contenedor de basura chamuscado. Y Álex López culminó su aciago día añadiendo a su posible microrrotura fibrilar la rotura de la luna trasera de su coche, sobre la que cayó uno de los objetos.