Frigoríficos del Morrazo y Ademar León brindaron ayer un apasionante encuentro de balonmano. Un partido en el que cualquiera de los dos pudo ganar, cualquiera pudo perder y en el que acabaron empatando (30-30). Quizás un justo premio para ambos conjuntos, que gozaron de alternativas y que nunca perdieron la cara al choque. Con este resultado el Balonmán Cangas es quinto con 12 puntos.

El Cangas entró en el partido más enchufado, sobre todo gracias a la buena dirección de Alberto Casares y al acierto de Adrián. Todo a pesar de las bajas de David García, Serafín Pousada y Eloy Krook. Ayer Pillo hizo debutar a otro jugador con la camiseta del Frigoríficos: el pivote Dani Gómez, que dio la cara en defensa. En el minuto 12 los locales dominaban el marcador con cuatro goles de diferencia (8-4), en lo que sería la mayor ventaja de todo el partido. La reacción de los leoneses no se hizo esperar y con la entrada de Jorge García Vega a pista lograron un parcial de 1-5 para igualar el marcador (9-9). La defensa del Ademar, un 5-1 con Mellado como avanzado, le hizo llegar mejor a los últimos minutos del primer tiempo, en el que llegó a ir dos goles arriba (11-13) y se fue con ventaja al descanso (13-14).

La segunda parte fue aún más intensa y emocionante. El Ademar seguía llevando la iniciativa gracias a una defensa que se le atragantaba al Cangas y en el minuto 34 volvía a ponerse dos arriba (15-17). Ese fue uno de los puntos de inflexión para los cangueses, que espoleados por un pabellón de O Gatañal que no cesaba de gritar "¡Arriba, arriba!", consiguieron darle la vuelta al marcador con un parcial de 4-1 con goles de Amarelle, Suso Soliño y Moisés Simes.

El Cangas afrontaba los últimos veinte minutos con un 20-18 a favor y con la posibilidad de asestar un golpe definitivo. No obstante, los leoneses no dieron su brazo a torcer. Gracias a la aportación del internacional español Mikel Aguierrezabalaga y del extremo danés Thomas Kristensen volvieron a empatar (22-22, min.45).

El último cuarto del partido fue un intercambio constante de goles, casi cada ataque acababa con el balón en el fondo de la portería. Para el Cangas fue clave la tranquilidad de Alberto Casares: asumió la dirección del juego, distribuyó, marcó y no le tembló el pulso desde los siete metros (con un perfecto 6 de 6). La iniciativa la seguía llevando el Frigoríficos, aunque la perdió en el minuto 52 después de un fallo en ataque y un rápido contragolpe de los visitantes culminado por Carrillo (26-27). A estas alturas los dos entrenadores ya habían cambiado a sus porteros, con la entrada de Edu Salazar y de Biosca, en busca de una reacción.

La apuesta de Pillo tuvo premio porque Salazar sacó una mano providencial para desviar un balón de Aguirrezabalaga y recuperar la iniciativa. El último minuto y medio fue de infarto. Con un 30-30 en el electrónico, Suso Soliño dispuso de un balón desde el extremo para volver a poner por delante al Cangas con menos de un minuto por delante. Pero su tiro lo detuvo Biosca, que ponía de nuevo a los leoneses en disposición de ganar con más de 40 segundos por delante. Su entrenador pidió un tiempo muerto a 21 segundos para el final, aunque la defensa del Frigoríficos y el empuje de las gradas consiguieron frenar las embestidas del Ademar.

Al final el partido concluyó con un 30-30 y con la sensación de una gran tarde de balonmano.