El Embutidos Lalinense volvió a la competición tras el parón de Navidad y lo hizo con una victoria más sufrida de lo esperado ante el Rasoeiro. Los rojinegros mostraron una mezcla de relajación y cansancio ante un rival que fue creciendo al verse dentro del partido. Los visitantes sin embargo terminaron cediendo en el tramo final, cuando los lalinenses ajustaron marcas en defensa y subieron una marcha más a su juego.

Durante la primera parte resultó complicado definir cuál de los dos equipos iba segundo en la clasificación y lucha por meterse en la fase y cuál es antepenúltimo y pelea por evitar el descenso. Los de O Grove se toparon con una defensa local demasiado blanda y con un Lalinense muy impreciso en líneas generales y lograron llegar al descanso por delante (15-17). En la segunda parte la igualdad se mantuvo, con un 30-29 a falta de ocho minutos. En ese momento llegó la sentencia de los rojinegros, con un parcial de 5-0 en tres minutos que decidió el choque.

Tras el partido, el entrenador local explicó algunas de las razones de su actuación. "La gente decía tras el partido que faltó actitud y que defendimos mal y en parte es cierto. Sin embargo también es cierto que estamos con una carga muy grande encima", manifestó. "Tras el parón de Navidad nos enfrentamos al penúltimo y al último y decidimos arriesgar. Estamos haciendo mucho trabajo de fuerza y resistencia y eso se nota a la hora de jugar. Si esto llega a ser una carrera de resistencia estoy seguro de que ganaban ellos. Nuestra idea sin embargo es que esta carga nos sirva para el futuro. Tenemos que sacar estos primeros partidos como sea. Hay partidos que son para disfrutar y otros para ganar. Lo siento por la afición pero este era de los segundos. Nos queda mucho hasta mayo y lo importante es estar en las mejores condiciones en los momentos clave", afirmo un Milucho que lamentó sin embargo algunos detalles de relajación.