El Lalín encajó ayer una dura derrota en la visita del Céltiga al Manuel Anxo Cortizo. Si perder entraba dentro lo esperado, no así la mala imagen dejada por los rojinegros, que carecieron la intensidad y las buenas formas que habían mostrado en jornadas anteriores. La falta de mentalidad de los dezanos dejó claros errores, tanto en defensa como en ataque, demasiadas concesiones para un siempre serio Céltiga. El 0-4 final se muestra abultado para lo visto pero es el castigo para un Lalín que debe mejorar su implicación si quiere tener opciones de evitar el descenso a Primera.

A pesar del claro resultado final, lo cierto es que los rojinegros comenzaron bien el partido. Como en jornadas anteriores los de Tamayo apostaron por tener el balón y no sufrieron ante un Céltiga replegado y que se defendía con criterio del acoso inicial de su rival. El partido se torció para los dezanos a los 23 minutos con el primer zarpazo de los visitantes. Una pérdida de balón en la medular originó una decidida y bien llevaba contra el Céltiga que terminaría con el primer gol de la tarde para el delantero Ramón.

El tanto no sentó bien a un Lalín al que asaltaron las dudas. El esperado golpe de rabia de los rojinegros en busca de la remontada terminó siendo una rendición temprana, con solo un puñado de jugadores levantando la bandera que otros ya habían dejado atrás. El desconcierto de los locales continuó tras la reanudación y ni siquiera la entrada de hombres de banquillo y el debut del angoleño Leandro cambiaron la cara del equipo.

Los errores del Lalín regresaron en el tramo final para dar al Céltiga la oportunidad de ampliar su cuenta a la contra. Alexander, tras una nueva pérdida de balón atrás, y Ramón, este por partida doble, dejaron el choque sentenciado en los últimos minutos.